lunes, 21 de noviembre de 2011

Oh, venga...

¿De verdad pensabais que esto iba a ser tan fácil? ¿Que íbamos a cambiar el panorama político de este país en 6 meses? Hijos míos, llevamos ya casi 35 años con esto, desde que la espichó Franco. En seis meses hemos conseguido cosas que nadie hubiera imaginado hace un año, pero este trabajo va para largo.

Hemos conseguido hacer abrir los ojos a miles de personas acerca del bipartidismo, de que entregar un país a los mercados no es propio de un partido de izquierdas, de que con un poco de movimiento se consigue mucho más que quedándose en casa bajo el brasero.

Pero para llegar a todo esto, estaba claro, o al menos yo lo tenía claro, deberemos pasar por cuatro años muy jodidos. La derecha vota en bloque, sin fisuras, sin autocrítica. Les gustará poco o nada su candidato, el cual tiene una valoración pésima de cara a la gente. Pero les da lo mismo. No votan programa político, no votan ideas, no votan a candidatos. Votan siglas, y punto. De modo que nuestro caballo de batalla está en otro sitio.

Somos más, es así. Hay más gente a la que le cuesta llegar a fin de mes, que ricos. Más trabajadores que empresarios. Más gente que aboga por que todo el mundo tenga derechos sociales que los que opinan que sólo puedan tenerlos quien pueda pagarlos. El problema es la información, la que hay, y la que ha habido en estos últimos años. Mucha de esta gente tiene ideas de izquierdas, aunque no lo quiera reconocer. ¿Y por qué ocurre esto? Por desinformación, y por miedo. La desinformación afecta a jóvenes y a no tan jóvenes. Los medios de comunicación tradicionales se han ido adaptando de igual manera que la política a estos tiempos. Han elegido un bando u otro, dándoles igual que hubiera más alternativas. Y lo que no pertenecía a su círculo de amigos, se ignora, o se critica, pero de pasada. Con esto se consigue que parezca que no hay más alternativa que la de votar azul o rojo, o bien elegir el blanco.
El miedo es diferente. El miedo viene de lejos, de hace más de treinta años. Existe, y lo he visto en mi pueblo este fin de semana, un miedo cerval a votar a según qué partido de izquierda. Años de represión han conseguido que el efecto dure tanto tiempo después. Esta gente, si le comentas las ideas que propone la izquierda, sin decir de qué partido político es, asentirá y estará de acuerdo con ellas.

De modo que coged aire, todo el que podáis, y empezad a trabajar desde ya, informando siempre que podáis a la gente. Ojito, he dicho informar, no convencer a toda costa. Estas cosas caen por su propio peso, la gente es capaz de pensar por sí misma. Pero también les pasa igual que a todos nosotros, cuanto más les intentas meter una idea en la cabeza, más rechazo hay.

Tenemos cuatro años duros por delante, pero está en nuestra mano que no sean más.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Abducido

Leí hace poco que el gobierno de EE.UU. había declarado que no existían pruebas de contacto extraterrestre. Desde aquí, y con la rabia a flor de piel, quiero decir lo siguiente: ¡Insidiosos! ¡Insinceros!

Mucho mejor, la verdad. Os preguntaréis por qué he tenido este arrebato de furia ciega. Bien, creo que es hora de que lo confiese. Yo he sido abducido. Seguro que ahora estáis pensando que esto aclara mi ingenio, mi saber estar, mi porte gallardo y todo lo que me acompaña, pero no. Todo esto ya lo traía de serie, chavalada. Sí que me dejó la experiencia alguna consecuencia, claro está, y desde luego muy desagradable. Paso a contároslo, que veo que estáis acabando con vuestra reserva de uñas.

Corría el año 2000... Bueno, no corría, ya sabéis, es un año, una medida de tiempo. El tiempo pasa, pero no corre, no tiene patas. Es una de esas frases hechas. Bien, el año 2000, año de ovnis, o de trosnis, como me gusta llamarlos a mí. ¿Por qué trosnis? Porque sí. En cuanto a lo de que era un año de buena cosecha de trosnis, todo el mundo lo sabe. Preguntádselo a Íker Jiménez y veréis cómo pone los ojos en blanco, se echa las manos a la cabeza y se tira al suelo entre convulsiones. En serio, hacedlo, es divertidísimo.

Era julio, a finales. Lo sé porque lo ponía en el calendario. Yo era un joven guapo y hermoso, con la misma perilla que tengo ahora. Era sábado, por la noche. Había salido con mis amigos a hacer lo que hacen los jóvenes de 21 años, emborracharse hasta las patas, vomitar, y volver a emborracharse. Así que como se pretendía eso de mí, lo hice. Cualquier cosa por complacer a la sociedad y sus arquetipos. Para eso estamos. Eso sí, siempre sin mezclar, que como todo sabéis, es malísimo. De modo que me estaba bebiendo el ron, el whisky y el vodka con Cocacola, evitando problemas.

Estábamos por aquel entonces bebiendo en un descampado (era para los de pueblo) junto con otros 5000 ó 6000 jóvenes. Es posible que fueran 100 pero se movían mucho, y daba ese efecto. Nosotros, que éramos pobres en aquellos años, no teníamos coche para desplazarnos, por lo que íbamos a pata a todos lados, mientras que los más pudientes sacaban sus flamantes coches de mierda y ponían música electrónica a todo trapo. Claro, imaginaos 50 coches juntos poniendo cada uno una canción diferente a todo volumen, pues no se escuchaba ni dentro del coche. De modo que para aguantar tanto tormento, la ingesta de alcohol fue mayor de lo normal. Así que en vez de irme a los garitos a seguir pimplando, decidí irme a mi casa que estaba en la otra punta del pueblo. Y es un pueblo muy largo, el muy *"·$!"·$%"·%$&.

Estaba yo caminando por la calle, como suelo hacerlo normalmente en estos casos, pisando las dos aceras alternativamente, al tresbolillo, cuando me entraron ganas de mear. Después de unos 20 cubatas, te suele pasar esto, no os preocupéis si os ocurre a vosotros también, es completamente normal. Así que me puse detrás de lo que parecía un borrón blanco en mi visión. Cuál fue mi sorpresa, cuando del borrón se abrieron unas compuertas y salieron dos seres altos, muy altos, y del interior se oía el sonido de unas transmisiones llenas de interferencias, y en las que se oía voces humanas, pero de forma ininteligible. Se acercaron a mí lentamente, rodeándome, y haciéndome lo que yo intuía que eran preguntas. Pero sólo podía contestar:

- ¿Eh? Peeeroo... ¿Eh?

Después de los infructuosos intentos de comunicación con los seres extraterrestres, y eso que me esforcé muchísimo, me agarraron cada uno de un brazo y me llevaron al interior de su nave espacial. El reducto donde me introdujeron era pequeñísimo, con rejas, y un olor raro. Pero al menos tenía asiento, así que me dije que aunque estaba jodido por la situación, al menos podría echar un sueño. Fue lo peor que pude haber hecho. Se conoce que allí dentro habían echado alguna especie de droga por los conductos de ventilación, ya que al instante de tumbarme, me empezó a dar vueltas todo, y a entrarme ganas de vomitar.

- Cabrones espacialeeeeesss...- dije yo, y las arcadas comenzaron a convulsionar mi cuerpo.

Oí cómo me gritaban en su propia lengua, que curiosamente empezaba yo a entender, seguramente porque estaban usando un traductor universal. Conectaron las luces de su aeronave y aceleraron a la velocidad de la luz, para llevarme a su nave nodriza. Llegamos en lo que parecieron 10 minutos, pero calculo que serían unos 10 años luz, así a bote pronto. Aterrizaron con una maniobra brusca y me sacaron de malas formas. Pude ver que usaban zapatos como nosotros, seguramente porque se habrían dado cuenta de que se les quedaban los pies fríos de andar descalzos.

Me llevaron ante su líder, un extraterrestre de cuatro ojos, dos de ellos transparente, y con unos pelos largos que le salían debajo de lo que parecía una nariz, pero de tamaño inmenso. Éste era de todo menos amable, y menos después de que expulsara la droga encima de la máquina con la que transcribía mis reacciones. Después de todo esto, me recluyeron en una sala algo más amplia que la de la nave de reconocimiento y me dejaron allí durante una hora. Supuse que me harían pruebas de todo tipo, por lo que me bajé directamente los pantalones, para que vieran que iba en son de paz, y que no les causaría problemas. Quizá así, las pruebas fueran menos invasivas.

Me dormí encima del catre que había cuando me despertaron de nuevo de malos modos. Me indicaron con señas que me vistiera de nuevo, lo que denotaba que ya me habían practicado toda clase de pruebas y experimentos. A saber qué habrían hecho conmigo. Me metieron de nuevo en la nave pequeña, y partimos hacia la Tierra a toda velocidad. La luz del sol me cegaba, pero me alegraba de ver algo reconocible. Pararon en seco, abrieron la compuerta, y me dejaron de malos modos con los pantalones y las botas en la mano delante de la casa de mis padres. Allí estaban ellos, aparentemente sin ver a los extraños seres que se marchaban. Entre lágrimas como puños acerté a decirles:

- No os vais a creer lo que me ha pasado.


Años después reuní el valor suficiente como para investigar un poco sobre estos seres. Y encontré la siguiente foto, en la que se les ve hablando con uno de nuestros líderes. Escalofriante.



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miércoles, 26 de octubre de 2011

Mi vecinita

Mi vecina es rara. Bueno, ya sé que todos los vecinos del mundo son raros. De hecho, todo el mundo es raro, menos yo. Pero es que mi vecina es rara, rara.

Llevo poco tiempo viviendo ahí, pero ya hay cosas que me me mosquean de ella. Y eso que apenas la veo. Bueno, ni yo, ni nadie. Creo que es vampiro. O eso, o etarra, pero con la noticia de la última semana me decanto más por lo primero.

Veréis, vivimos en unos chaletes pareados, de modo que compartimos alguna pared. Creo que no la he visto de día aún, sale a las 5 de la mañana en su coche y éste tiene todos los cristales tintados, salvo el parabrisas. Va siempre de negro, pero no en plan gótico. Está más blanca que la leche, y tiene unas ojeras que le llegan a las uñas de los pies, con lo que no le hace falta pintárselas. Además, tiene todas las persianas bajadas. Todas. Siempre.

Yo no soy demasiado experto en olorística (sí, me lo he inventado, qué pasa), pero sin haber entrado en su casa puedo casi afirmar que ahí, tiene que oler a tigre. A tigre muerto. Abre un poco las ventanas, hija, deja que entre un poco el aire. Creo que una vez abrió la puerta del armario y Mimosín que estaba bailando encima de las toallas murió al instante. Imagino que lo hace para que no entre la luz, lo que confirma que es un vampiro. Aunque hay una cosa que me descoloca respecto a esta teoría: los golpes que se da.

Porque una cosa son los portazos que pega a diestro y siniestro cuando llega a su casa, que va puerta por puerta la muy... Lo mismo da que sean las 9 de la noche que las 5 de la mañana. Pon un tope en las puertas, reina, que ya tendrás los marcos cascaos. Pero es que además, creo que va a oscuras por la casa, como buena integrante de la especie de los chupasangres. Pero creo que el que la convirtió, la hizo mal. Porque se va pegando de cada trastazo que asusta. Estás tan tranquilo viendo la tele, cuando escuchas un golpetazo seguido de un grito y un "¡Cagondiooooooooooós!" Pero es que desde que llego a las 16h a mi casa, hasta que me acuesto, puede pasarle como 5 veces. Hija, que vale que seas una criatura de la oscuridad, pero si estás mal hecha en cuanto a visión nocturna, cógete una velita si ves que te molestan mucho las bombillas. O una linterna mejor, porque vista tu torpeza, lo mismo prendes fuego a la casa.

También tiene hábitos extraños, como el de dejar los rollos de papel higiénico en el porche de fuera. Será que tiene una colección de ataúdes dentro, y claro, no le caben. Pero en días como el lunes, que llovió, pues se le moja todo. Eso sí, hoy ya tenía rollos de Scottex, en vez de del DIA. Se conoce que ha cobrado y se ha dado un caprichito. Además, los deja siempre al lado de su precioso arbolito muerto. Pero muerto, muerto. No es que sea de hoja caduca, que a lo mejor lo fue, no te digo que no, pero en el siglo XVI (equis uve palito para los católicos). Y diréis: "Es que será una chica despistada y no lo quita". Bueno, quizá, pero tiene que serlo mucho, porque lo riega todos los días. Cada mañana cuando me levanto, veo unas gotas de agua alrededor de la maceta. A no ser que no sea agua. Lo que explicaría también por qué están los rollos de papel higiénico al lado y por qué el árbol está más seco que la mojama.

Además, otra cosa que me tiene mosca, son los animales. No se acercan a su casa. Los pájaros se posan en mi verja, no vuelan por encima de su casa, los gatos dan un rodeo, el perro de la vecina pasea por el lado más alejado de la parcela y mis perros... Bueno, mis perros están "asalvajaos", lo mismo les da. Pero es que la jodía no tiene ni moscas. Ni mosquitos, ahora que lo pienso, lo cual explica el puto verano que me han dado a mí. Bueno, tampoco podían pasar a su casa con las persianas cerradas a cal y canto.

Y ahora vivo con el miedo de que una noche se despierte con hambre y se acuerde del pedazo de vecino que tiene en la casa de al lado y quiera tomarme como piscolabis.

¿Veis cómo es rara?

lunes, 3 de octubre de 2011

Las ventajas de vivir en el culo del mundo.

Como muchos sabréis, yo hasta hace poco vivía en una pequeña casita roja en la República Olvidada de Yegros. Me tuve que mudar por temas laborales y porque me hacía más kms. que los de Pekín Express.

Aunque me encuentro muy a gusto en mi nueva casa, bien es cierto que echo bastante de menos algunas cosillas, las cuales, como habréis imaginado, os voy a enumerar ahora.

La principal es la libertad. Libertad para todo. En verano yo salía por la mañana tempranito a la parcela con mi taza de café en gallumbos, a la vista de todo dios, sin pudor alguno. Sé que alguno de los que leerá esta entrada me conoce en persona, y estará haciendo una mueca de disgusto al imaginarse la escena. Lo siento majos, es lo que hay. No hay nada mejor que un amanecer en ropa interior con una taza de café en la mano, el olor a romero y el canto de los pájaros. Aunque la mejor parte es la de los gallumbos.
El caso es que ahora, en mi nueva casa, que es un pareado, en una calle normal, en un pueblo normal, y con una verja normal, de las que se ve a través, a veces se me va la pinza y salgo igual. Problema: la gente madruga, al menos tanto como yo. Así que más de una vez he contemplado como mis vecinos pegaban un respingo al verme estirarme en el jardín con  mi tacita de café. Imagino que sería por la taza por lo que se sorprendían.

Otra cosa, en la que echo de menos mi casa roja, y también referente a la libertad, es que ya no puedes hablar alto, o cantar a voz en grito. Veréis, en la urbanización de la casa roja, el vecino más cercano está a 100 metros por lo menos, con lo cual, sin miedo a molestarles, sacaba mis altavoces de 100w, enchufaba el Spotify que sonaba gracias al mierda de mega que tenía Vodafone de cobertura en los días soleados, y ponía Iron Maiden hasta que temblaban los pinos. De hecho, la última cosecha de aceituna de mis olivos la hice así, poniendo Judas Priest a toda leche.
Además, ahora tampoco puedo blasfemar a voz en grito. A ver, entendedme en este punto. He vivido durante 5 años en una casa en la que no hay vecinos, con grandes espacios abiertos, en medio del campo. Imaginaos que estáis haciendo unos cajones para la cocina, y que de repente al clavar un clavo, os martilleáis un dedo. Estáis en medio del campo, no os oye nadie, y si os oye, será como un rumor campestre más. Pues haríais lo mismo que yo, vociferar como si no hubiera un mañana. El dedo te va a doler igual, pero oye, qué bien te quedas. Y claro, hacer eso en esta nueva casa, como que no es demasiado aconsejable. Pero lo he hecho también, el hombre es un animal de costumbres. Y eso explica también los saludos tímidos que me dirigen los vecinos. Aunque yo sea un pedazo de pan, como todos bien sabéis.

Y también, aunque parezca extraño, y esto sólo me pasa en contados momentos, echo de menos la soledad. Sobre todo al sacar a los perros. Veréis, con los grandes, no hay problema, les llevo atados y listo. Si nos cruzamos con otros perros, yo sigo de frente, y aquí no ha pasado nada. El problema viene con mis perros pequeños, que son muy inquietos y curiosos. Y la gente en este pueblo se la coge con papel de fumar en este asunto. Siempre llevan a los perros atados, y cuando se cruzan con otra gente con perros, tiran de las correas de éstos hasta casi estrangularlos. Qué pasa: pues que los perros se ponen nerviosos porque ven nervioso a su dueño, y sus dueños tiran más. Entran en bucle.

En cuanto al tema de los perros, otra cosa que no me gusta del nuevo pueblo, es que te impiden llevar a los perros sueltos por el campo. Esto me lo hizo saber un gordo cazador, al menos tan gordo como yo. Me dijo que me iba a denunciar si me volvía a ver con los perros sueltos, ya que según él, estresan a las perdices, las cuales después son más difíciles de cazar (¿?). Después de mirarle durante unos segundos, le pregunté que si él cazaba con perro, a lo que me contestó que sí. Y le pregunté que cómo se apañaba para disparar con la correa del perro en la mano, ya que si la normativa dice que los perros han de ir atados, se refiere a los de todos, no sólo a los que no pertenecen a los cazadores. Desde ese día me saluda amablemente cada vez que sacamos a los perretes, los cuales corretean felices por los campos.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

#APHOTONCE

Como muchos ya sabéis, y otros muchos no, soy miembro de la Asociación Fotográfica de Toledo. Es una asociación asombrosa, tanto por la gente que acumula en sus filas, como por el talento e imaginación que destila.

Hemos sido capaces de iluminar con más de 5000 destellos de flash la ciudad de Toledo, para hacer una foto que jamás se había hecho. Y no contentos con la primera vez, lo hicimos otra con mejores resultados. Siempre estamos pensando en nuevos proyectos, intentando llegar al siguiente nivel. Y de estas tormentas de ideas, ha surgido #APHOTONCE. No es un proyecto hecho por y para los fotógrafos, sino para todo el mundo. Quién más, quién menos, tiene en su poder una cámara de fotos, ya sea una compacta, réflex o en su teléfono móvil. Es por eso por lo que os pedimos ayuda a todos, para que participéis en este mega-proyecto.

PROYECTO APHOTONCE
Nuestro objetivo es crear el mayor foto mosaico posible de una imagen de Toledo a partir de fotografías (una por participante), realizadas el día 11/11/2011 a las 11:11h.
Para ello, necesitamos tu colaboración:

ANTES DEL DÍA 11
Difunde entre TODOS tus amigos y conocidos esta propuesta (no se lo digas sólo a los aficionados a la fotografía, aquí todo el mundo cuenta).
Si dominas otro idioma, además del castellano, traduce este mensaje y difúndelo por la red. APHOTONCE es un proyecto con clara vocación internacional.
Mantén este mensaje vivo hasta la fecha del reto. No dejes que la idea se duerma ¡Vamos a hacer que las redes sociales se hagan eco de ello. Mantén la idea viva lanzando mensajes en twitter, facebook, tuenti, google+ y demás redes.
Si perteneces a algún tipo de foro, asociación, colectivo… INVITA a tus compañeros a participar en este evento Y A DIFUNDIRLO. Tenemos que conseguir extender esta idea lo máximo posible.

EL DÍA 11 DEL 11 DE 2011 (A LAS 11:11h)
Haz una (1) foto con tu cámara, teléfono u otro aparato en la que nos muestres tu entorno o tu actividad en ese instante. Queremos ver por tus ojos cómo es tu mundo y qué es lo que haces.

DESPUÉS DE REALIZAR LA FOTO
Envía la fotografía, en formato .jpg, a la dirección de correo aphotonce@afotoledo.com y espera noticias.
Cuando esté confeccionado el mural (todo depende del número de fotografías que consigamos reunir) recibirás un email con la dirección el que podrás ver la imagen global.

GRACIAS POR TU COLABORACIÓN

Y RECUERDA: TIENES UNA CITA FOTOGRÁFICA EL DÍA 11 DEL 11 DE 2011 A LAS 11:11H.




jueves, 1 de septiembre de 2011

Pero qué vas a hacer, alma de cántaro...

Eh, tú. Sí, sí, tú. El que tiene la mirada perdida y la boca un poco entreabierta. ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo que no sabes de qué te hablo? Pues que qué vas a votar el 20N, hombre.

Es que te lo estoy notando en la mirada, y no me gusta ni un pelo. Tienes esa mirada obtusa y borreguil de los que van a votar sin pararse a pensar en lo que hacen. A ver, ¿vas a votar al PP o al PSOE? No me digas a cuál. Simplemente dime sí o no. Sí. ¿Ves? Ya lo sabía yo.
Vale. Y ahora te pregunto: ¿Por qué? Es decir, cuáles son las razones que te llevan a votar a uno de esos dos partidos.

Repasemos tu vida. Curras, si tienes suerte en los tiempos que corren. Trabajarás tus 8 horas diarias y quizá alguna más. Tu sueldo no es para tirar cohetes. De hecho lleva unos cuantos años sin subir. No así como tus gastos. Pagas hipoteca cuyo Euribor amenaza con salirse del mapa, así como combustible para ir a trabajar, al cual le pasa lo mismo. Pagas tus impuestos, pero te preocupan los rumores que oyes de que es posible que en un futuro el pago de la sanidad no baste con ellos. Quién sabe si no necesitarás algún día una operación o un tratamiento. Sabes que hay comunidades en las que están recortando fondos dedicados a la salud. Aunque si eres un poco ingenuo creerás que en la tuya no va a pasar. Total, una presidenta de la Comunidad se operó de un cáncer en un tiempo récord de una semana. ¿Por qué no vas a poder hacerlo tú?

Te preocupa también la educación de tus hijos, los cuales van a un colegio público que poco menos se cae a pedazos. Eres comprensivo, y entiendes la postura del profesor que te dice que no puede hacerse cargo de una educación de calidad con treinta y pico niños. Pero tampoco es que te cuestiones demasiado si cada vez va más dinero a la educación privada. O si la misma presidenta de la Comunidad cree, o quiere hacer creer, que los profesores sólamente trabajan 20 horas a la semana. Creo que no eres capaz de relacionar todo eso.

Luego está el tema del trabajo. Uf. Qué suerte tienes de tenerlo aún. Aunque conoces a mucha gente en el paro. Y qué raro que tras todos los recortes impuestos por el FMI, el BCE, los mercados en general, Alemania y Francia, no se vea movimiento en cuanto a la creación de empleo. ¿Verdad? Y tampoco te planteas que te vas a jubilar, como poco, a los 67 años. Eso, si consigues cotizar el tiempo suficiente. Porque si te hacen un nuevo contrato de formación, no vas a cotizar a la Seguridad Social, según parece. Tampoco te indemnizarán.
Pero ahí están, gente como Cospedal, que creará empleo gracias a la destrucción de empleo. Que se lo pregunten a la gente que trabaja en los CEP, que pasarán de 34 centros en Castilla - la Mancha a 1. Uno sólo.

Pero bueno, para eso queda mucho tiempo aún. También tenéis el sueldo de tu pareja, el cual, si es mujer, será bastante más bajo que el de un hombre. Pero pagáis vuestros impuestos religiosamente (y a los religiosos). Y no te sulfuras cuando te enteras que un cuarto de la economía de España se mueve a través de dinero negro. Y cuando sabes que tu jefe declara menos que tú al mes. Porque te da igual. Idem que cuando Pepín Blanco suelta, con sus santas gónadas, que no van a crear un impuesto para ricos porque no da tiempo. Después de decir que van a reformar la Constitución (la intocable) en dos semanas. Y después de llevar ocho años en el poder.

Total, tienes fútbol todas las semanas, que eso sí que te ha puesto la piel de gallina. Ha habido una semana de huelga, y no sabías qué ibas a poder hacer los fines de semana. Pero ya está, ya pasó. Fútbol y Sálvame. PSOE y PP.

Y la vida sigue igual... Hasta que no tienes vida.

lunes, 29 de agosto de 2011

Vendimia, franquistas y uñas voladoras.

Buenos días a todos, por decir algo. Tengo más sueño que vergüenza, pocas ganas de hacer nada. Y encima se me va jodiendo el día desde primera hora.
En fin, vamos a lo que vamos. La vendimia. Muchos la conoceréis de oídas, o de las noticias. Otros, los menos, la habréis sufrido en vuestras carnes. Concretamente en vuestros riñoncillos, sobre todo.

Yo antes vendimiaba todos los años. Ahora no, me estoy quitando. Bueno, realmente es mi padre el que nos ha quitado a todos, ya que ha arrancado las viñas y ha puesto encinas en su lugar. Menos gastos, menos trabajo. Todo beneficios. Porque señoras y señores, mal que les pese, la vendimia ha sido y será uno de los peores inventos de la humanidad. Para aquellos que han visto la película "Un paseo por las nubes" de nuestra Aitana Sánchez Gijón y Keanu Reeves, he de decirles que esa película MIENTE. Keanu Reeves jamás se iría con Aitana estando embarazada... eh... que me desvío del tema. La vendimia no es así. Vamos, que le digo yo a mi padre que hemos de ir con unas alas de mosca gigantes dando calor de unas fogatas a las uvas que se están congelando en pleno AGOSTO y me suelta una hostia que me vuelve del revés. Y yo tendría que aplaudirle por ello. Que es agosto, coño, y por las noches no hiela. Ah, y tampoco arden las cepas (vides) como en la peli. Ponía yo al Keanu con un bote de gasolina, 3 cajas de cerillas y sus santos cojones a prender fuego a una, a ver sí conseguía algo más que chamuscarla.

Porque realmente, la vendimia de romántica, no tiene nada. Incluso la imagen de mujeres guapas pisando la uva, no tiene nada de romántico. Pensadlo bien. Esas mujeres, en el campo todo el día, bajo un sol abrasador, currando desde las 8 de la mañana, se quitan las botas y los calcetines y se ponen a pisar uva. Y luego te bebes el vino, y normal que notes un retrogusto a queso y a trufas. Por no hablar de la gente que aparece en la tele, todo contenta y cantando mientras vendimia. Eso sale sólamente en la tele. En la vida real, llegan las 4 de la tarde, a 35º, cansado, sediento y sudoroso, y se planta uno a cantar y lo menos que puedes hacerle es arrearle un cantazo para que deje de joder. Eso es así.

La vendimia realmente es como de Cospedal. De otro siglo. Las únicas emisoras que se escuchan en medio del campo, al menos en el término municipal de mi pueblo son Radio Surco, cadena de música española tipo Civera y demás, Cadena Dial, y Radio Olé. Como el capataz sabe que las odias a muerte, te sube el volumen de la radio del tractor hasta que te sangran los oídos. Después está el tema de la ropa. No puedes ir con nada nuevo a vendimiar. Tiene que tener cada prenda al menos 5 años. Salvo gallumbos o bragas y calcetines, claro. La indumentaria reglamentaria sería: gorra vieja, camiseta, a ser posible con agujeros en las sobaqueras, jersey de punto para cuando refresca por las mañanas, pantalón de pana, o vaquero o chándal, siempre atado con una pita, y botas de trabajo o zapatillas de los chinos o del rastro.

A la comida le pasa lo mismo. Desde tiempos inmemoriales, la comida tipo de tiempos de vendimia se ha mantenido casi invariable, con algún escarceo tímido con los tiempos actuales. El menú típico de vendimia es: bocata para almorzar, o bien, pan con una latilla de sardinas, y caldillo de patatas para comer. El caldillo de patatas es un guiso hecho con patatas (obvio) y magro de cerdo, o pollo. Se toma siempre ardiendo, directamente del perol, haga el tiempo que haga. ¿Que hace frío y llueve? Estupendo. ¿Que hace un calor de narices? Te jodes y comes.

Aunque lo peor es el dolor. Porque se sufre, y bastante. Como todos estos trabajos, supone un esfuerzo notable. Vas todo el día agachado, cortando racimos y echándolos en una espuerta en la que caben fácilmente unos 30-35 kgs de uva, o más. Una vez que está llena, te vas al remolque, subes a una especie de banco y la vacías con tu compañero. Si el compañero pone de su parte, se echa bien. Si te toca un flojeras, agárrate los machos, porque puede que te toque a ti dar el último golpe de riñón y es mortal, sobre todo cuando no te lo esperas. Un compañero malo se demuestra ahí, y a la hora de cortar uva. Se pasará el día de pie, mientras tu vendimias tu lado de la cepa (vid) y el suyo y juras en hebreo, arameo y lo que pilles.

Como veis, vendimiar no mola nada. Nada en absoluto. Si a eso le añadís elementos como viejos, franquistas y pimientos, la experiencia puede marcaros de por vida.

Yo llevo vendimiando desde los 9 años. Hace ya 3 años que no lo hago, por lo que en total he vivido 20 vendimias (a ver esas matemáticas...). Algunas han sido simplemente en las viñas de mi familia, por lo que se componían de 4 fines de semana, y otras de un mes entero. Esta que os voy a contar, fue, sin duda, la peor vendimia de mi vida.
Mi abuela vivía en la calle donde estaba el cuartel de la guardia civil, y se llevaba bien con todos ellos. Más que nada por que su hijo, su yerno y su nieto son, o han sido guardias civiles. Bien, uno de ellos era un chaval joven que solía pasar a visitarla, y cuando lo hacía solían acompañarle sus padres, que son de un pueblo de al lado del mío. Hablando un día de esos con mi abuela, salió el tema de la vendimia. No hay agosto en el que no salga la vendimia a relucir unas 10 veces por semana. Y bien, estaban buscando a alguien para vendimiar con ellos, ya que eran mayores y se les hacía muy cuesta arriba. Y hete aquí que entré yo por la puerta, que venía de comprar el pan. Me lo comentó mi abuela, y como las condiciones no eran malas, y no tenía ni un duro, acepté. Serían tres semanas, más o menos, durmiendo allí en su casa, y dándome ellos de comer.

Llegó el primer día, y me llamaron a las 6 de la mañana. Había dormido como una hora, gracias al maravilloso colchón de lana que tenía mi cama. Entre lo hundido que estaba en el colchón, y el profundo olor a viejuno que despedía, mi noche fue una maravilla que recuerdo a menudo. Desayuné mi vaso de leche hirviendo, con mucha nata, sin café, porque no bebían, y nos fuimos a por el resto de la cuadrilla, al que llamaremos Juan. Juan tenía la respetable edad de 80 años, tan sólo un para más que el que me había contratado, al que llamaremos Pedro. Ellos dos y yo formábamos la cuadrilla de vendimia más insólita y desoladora a este lado del Tajo.

Nos pusimos en marcha, aunque era todavía de noche, subidos al viejo remolque unido al viejo tractor que nos llevaría a la vieja viña. Después de una hora y media de traqueteo infernal, gracias al cual mis riñones ya estaban al Jerez, llegamos a la viña. Nos bajamos, cogimos nuestra espuerta (para tres), me agaché a coger el primer racimo y escuché: ¡¡Tchás!! Dolor en el dedo, uña volando, blasfemia ahogada en la garganta y un "Uy" por parte de mi compañero de espuerta. El viejo se conoce que estaba acostumbrado a vendimiar sólo y empezaba siempre por la parte de la cepa (vid) que no le correspondía. Y ese día había empezado por mi dedo. Menos mal que corriendo me lo curaron con un chorro de vino y cinta aislante, por lo que ya no me preocupé por la gangrena en tooooodo el día.

Para compensar el dolor de dedo me pusieron Radio Olé (o Radiolé, no sé cómo es), y empezaron a contar batallitas de cuando eran falangistas los dos, e iban corriendo detrás de los rojos. Por suerte, llegó el almuerzo y me dieron el primero de los 21 bocatas de pimientos que me comí en aquellos 21 días, amén de los que me comía, esta vez sin pan por la noche. Así que comprenderéis por qué me acostaba todas las noches con un ibuprofeno y a las 9. Intentaba que aquel trance pasara lo antes posible. De los 21 días que estuve, no recuerdo ni uno sólo que se diferenciara del resto. Madrugón, paliza a vendimiar, anécdotas falangistas, bocata de pimientos, vendimiar, caldillo de patatas, vendimiar, al pueblo, ibuprofeno, ducha, pimientos (con algo más) y cama.

Así que por favor, que no os engañen. La vendimia se hace mejor ahora, con las viñas emparradas y una máquina a la que da gusto verla vendimiando solita. Y tú, durmiendo en la cama.

domingo, 21 de agosto de 2011

Prohibido no creer. Prohibido pensar.

En estos días nos está visitando Benedicto XVI, que para quien no lo sepa es el máximo representante de la iglesia católica. Está aquí para celebrar unas jornadas mundiales de la juventud (JMJ) porque imagino que entre tanto viejo que hay en el Vaticano, el pobre necesita alegrarse la vista de vez en cuando. Y oye, qué quieres que te diga, que se alegre la vista me parece estupendo. Más que nada porque ya conocemos unos cuantos casos de lo que pasa cuando algún cura reprime durante demasiado tiempo sus impulsos sexuales. Se podría quitar el disfraz, digo la sotana, e irse de putas a algún otro pueblo donde no le reconozcan, pero parece que son más de tirar de niños. Y tirárselos también. Pero, sinceramente, yo creo que esto lo solucionaban ellos con un correo interno, mandándose enlaces de porno en internet. Los padres de los chiquillos seguro que estarían más tranquilos.

Entre el día de ayer y hoy he mantenido muchas conversaciones con conocidos católicos, incluso algunos que no sabía que lo eran hasta que aterrizó el Papa en Ejpaña. Fue entonces cuando desplegaron su catolicismo, apostólico y romano, para intentar barrer del mapa cualquier crítica que se hiciera contra el Sumo Pontífice, y sus creencias. Me hace bastante gracia que pidan respeto hacia ellas insultando al que critica, como por ejemplo, los manifestantes de la marcha laica del otro día.

E igual que me pasa con estos conocidos, ha pasado con la mayoría de medios de comunicación, políticos y sociedad más o menos afín a estas creencias. Han procedido a cortar por lo sano el comienzo de las provocaciones sufridas por los laicos a manos (y rezos) de católicos y peregrinos que interrumpieron la manifestación poniéndose en mitad del recorrido. Ellos no lo entenderán como una provocación, sino que era para reafirmar su fe, pero es como si yo me meto en la catedral de la Almudena (que por cierto, es fea de cojones), aparto al cura, me subo al altar y empiezo a cantar una de Iron Maiden porque soy heavy y la acústica allí es acojonante. Seguro que no lo verían nada bien, como no vieron bien los besos que se iban a dar unas cuantas parejas de gays y lesbianas al paso de Benedicto, y por eso les bloquearon el paso. ¿Estuvo bien que les bloquearan? Pues no, ni a las parejas, que simplemente denunciaban un trato discriminatorio y homófobo de la iglesia, ni de la manifa, que simplemente querían reprochar este gasto inútil y gilipollas de tanto dinero en tiempo de crisis.

A los católicos se les llena la boca con la gran acción que cumple Cáritas, y es cierto. Imaginaos lo que habrían hecho con unos cuantos millones de euros de los que nos costará la dichosa visita. O Somalia, a la que el Papa envión 50.000 €. Cincuenta mil. Tapaos los ojos, creyentes, que vienen las blasfemias. Señor Benedicto, o Ratzinger, Su Santidad, Papa... etc. Para dar esa puta mierda, más vale que se los hubiera metido por el culo. No me jodas, si sólamente los zapatos, la ropa, y el papamóvil que lleva rebasan con creces esa cantidad. Pero no, no es importante salvar las almas de los somalíes, más que nada, porque... son pobres. Si pudieran organizar unas jornadas como las de Madrid, a buen seguro que estaba la iglesia allí mandando a su número uno a darlo todo. Esa no es la juventud del Papa. No es la que le gusta. Será porque le han dicho los obispos que les da como cosica abusar de esos niños tan delgaduchos.

En España, señores, para que no se nos olvide, esta gente cobra cada año, unos 6.000 millones de euros de parte del estado, directos, procedentes de ayudas, colegios concertados, sueldos de profesores de religión, etc. Y además se lleva la recaudación que aparece en la casilla de la declaración de la renta, que o bien marcas iglesia, o fines sociales. Es decir, no sale ninguna otra.
- Es que España es católica- dirá alguno.
- Es aconfesional, chaval, que para eso lo pone en la Carta Magna, aunque los políticos se lo pasen por el culo.
- Ya, pero España es la última reserva del catolicismo en Europa...
- Vete a cagar, coño, que este es mi blog, pesao.

Perdonen la interrupción, aunque el plasta tenía razón. España, mal que nos pese, es católica. Va bajando la cosa, eso sí, pero la curia tiene los santos huevos de meterse en cosas que ni les va, ni les viene. Porque además de querer controlar tus creencias, quieren hacerlo con tu día a día. Y quieren que lo hagas todo a su manera, que para eso lo dice un libro escrito hace un huevo de años. Un libro al cual, según les interesa, hacen caso o no. Porque no sería la primera vez que dicen que el antiguo testamento son sólo unas directrices, pero bien que lo sacan a relucir cuando algo no les gusta, como el tema del aborto, y la homosexualidad. Y critican, y dan ruedas de prensa, y promulgan manifestaciones. ¡Manifestaciones! Reclamando SU modelo de familia como el único válido, y denunciando como si de un asesinato se tratara el tema del aborto.

Vamos a ver. Empecemos por la familia. O sea, que la familia buena es la formada por hombre, mujer e hijos. Porque el matrimonio está para procrear. Hombre y mujer, ya no vale. ¿Y hombre, mujer y niños en los que la madre muere? ¿Sigue siendo familia, o el padre ha de buscar un nuevo marido para que se le considere familia? ¿Y si muere el marido? ¿La mujer puede casarse o que se quede vistiendo el luto? Más que nada porque ya sabemos lo que le importa la mujer a la iglesia católica. Una mierda. Sí, hijas mías, no valéis nada. No podéis ser ordenadas sacerdotes, ni tomar decisiones en los temas más importantes del catolicismo, no valéis más que para tener hijos, y no tenéis potestad de abortar aun cuando exista violación de por medio. Porque la vida es sagrada. Pero claro, eso no impide que los sacerdotes sean castos y no quieran reproducirse, aunque no venga reflejado en la biblia ni en ningún otro sitio. Así que, ellos que no forman familias, permiten dar consejos, cuando no órdenes de cómo han de ser éstas. Y nos dicen que siempre será preferible una familia en la que el padre sea un cabrón, porque existirá la figura paterna y materna, que una de homosexuales, en los que faltaría una de las dos. Genial.

Y es que, señoras y señores, no podemos pensar por nosotros mismos, y no podemos no creer en las enseñanzas de esta gente. Y con esta gente me refiero no sólo a la iglesia, sino al estado, da igual del signo político que gobierne. Porque desde que murió Franco, la jerarquía católica no ha perdido ni un ápice del poder que tenía, como se ha demostrado en estos días de la JMJ. Cesiones interminables del Estado y de la Comunidad de Madrid para los asistentes, aun a costa de joder al resto de ciudadanos. Cortes de calles, descuentos, comidas, colegios, palizas para los que protestaban. Con este caldo de cultivo, no es extraño que cada vez seamos más los que estemos hartos, los que gracias a leer más, a observar y a pensar por nuestra cuenta, estemos muy cansados de esta situación. Me parece estupendo que cada persona tenga sus creencias, pero que las tenga en su casa, de puertas para adentro, y que no intente contaminar a los demás. Y por supuesto, que no se aprovechen de los recursos de todos para darse un baño de masas para autocomplacerse.

Perdón por el lenguaje, pero es un tema que me encabrona bastante.

Besitos.


martes, 2 de agosto de 2011

JMJ 2011

Estoy ilusionado, radiante. Llevo unos días ya sin dormir de la emoción que me embarga. ¡El Papa visita España! ¿No es alucinante? Y lo mejor de todo, viene para recibir un baño de juventud, de alegría. Porque ya se sabe que en el Vaticano son todos viejos, y tendrá que alegrarse la vista y el resto de sentidos de vez en cuando. Que no sólo de pan vive el hombre, como dijo nuestro Señor.

Lo que no entiendo es todo el revuelo que se ha formado alrededor de la visita. Si nosotros sólo queremos glorificar a Su Santidad y dar gracias a Dios. Eso sí, a ser posible lejos de toda esa chusma que hay ahora por Madrid. Ya sabéis, los del #15M, y demás. Menos mal que nuestra compañera Esperanza Aguirre y nuestro hermano Gallardón se están ocupando ya de limpiar Sol de tanto guarro y tanto hereje. Cuando llegue Benedicto, no puede ensuciarse ni su sotana ni su mirada impolutas con toda la basura, humana y no humana, que había por allí. Debe comprobar que España sigue siendo patrimonio de la Cristiandad, ahora como antaño, por mucho que se firmara un Concordato hace ya tantos años.

Porque otra cosa no, pero España es cristiana hasta las orejas. Y más allá, añado. Cristiana, católica y apostólica. Nada de evangelistas ni toda esa moda que ha llegado por parte de los ecuatorianos y toda esa gente. ¿Para qué narices fuimos a imponerles una religión si luego hacen lo que les da la gana? Qué bochorno, por favor.

Tampoco entiendo todas esas críticas acerca de lo que costará la visita del Papa. 50 millones de euros. Calderilla, para lo que se está pagando a los bancos. Además, si todo ese dinero va a salir de empresas privadas y de la misma organización. Bueno, salvo los cortes de tráfico. Y la policía que estará a cargo de la seguridad del evento, que no será poca. Y de los bedeles de colegios e institutos donde dormiremos. Pero, eh, que nos vamos a dejar cerca de 100 millones de euros en las arcas españolas. ¿Cómo? Bueno, pues no lo sé. Si los colegios nos los cede gratuitamente la Comunidad de Madrid (incluso los públicos) y pagamos 20 euros que van a la Iglesia... pues será cosa de un milagro, ¿no? Que para eso viene el Papa. Además, no hay que tener en cuenta gastos superfluos como los de los 200 confesionarios que se van a hacer para la ocasión, y que serán colocados en el Retiro, ni los miles de kits que se entregarán a los participantes con gorritas y chalecos. Que no se respire miseria, que para eso ya están los pobres rojeras.

Pero tampoco importa demasiado. Nosotros queremos demostrar nuestra fe en la religión cristiana. Porque  quizás no estemos tan convencidos en ella como para llevarla en silencio, y por eso necesitamos hacer grandilocuentes demostraciones en público, gritando como posesos, y reuniéndonos como borregos, gastando dinero que podría ir destinado a los pobres, o a gente que pasa hambre. O a los parados, con los que se nos llena la boca al criticar al blasfemo de Zapatero. Ehm... creo que esta reflexión no tendría que haberla hecho.

En fin. Que os jodéis. La calle es nuestra, y vuestro dinero también. Recibimos más de 6.000 millones cada año más lo que sacamos de la declaración de la renta, y registramos a nuestro nombre propiedades de otra gente. Porque queráis o no, somos la Iglesia. Parecerá que estamos de capa caída, pero tanto los peperos como los socialistas nos tienen entre algodones, y cuidan de que nuestro futuro esté garantizado. Aun cuando intentamos cortar de raíz vuestras libertades, de pensamiento y acción.

¡Y los maricones, rojos y moros fuera de Esssspaña!

viernes, 29 de julio de 2011

¿No oléis a rancio?

Me pasa mucho últimamente. Viendo la tele, escuchando la radio, paseando por la calle. Siempre, casi indefectiblemente, me llega un olor a rancio, como a tocino revenido, del que echaba mi abuela en el cocido, del que llevaba meses en la alacena curándose poco a poco. Es un olor a moho, a cerrado, a otros tiempos.

Un olor que me achata la nariz cuando escucho a las marujas cuchichear al paso de dos chicas dadas de la mano, cuando observo a aquel hombre de gafas de sol torcer el gesto al cruzarse con un hombre negro, al pasar al lado de las plazas de toros, y al cruzarme con gente que sale de misa.

Porque España, señoras y señores, huele a rancio. Eso es así. Hace 50 años, con Paquito a lo mejor era lo que se llevaba. Pero estamos en el 2011, no sé si se han dado cuenta. Y siguen fomentando el odio, las diferencias y el racismo. Aunque mucho de todo esto viene de su propio miedo al cambio, a lo diferente. Miedo al inmigrante, más por su piel o religión que por su procedencia. Un inmigrante noruego, rubio, alto, no despierta el mismo temor que uno subsahariano, por muy inmigrantes que sean los dos. Aunque a más de uno se le habrán roto los esquemas en estos días de atrás.

Miedo a los homosexuales. Miedo a que nos contagien, o peor aún, a nuestros hijos. ¿Y si mi hija pasa al lado de una lesbiana y se vuelve lesbiana a su vez? ¿Cómo podré mirarla a la cara? Vamos a ver, señora. Si a usted le pasa eso, no se merece autodenominar madre. No me joda. Creo que la gente le da demasiada importancia a la vida sexual de los demás. Preocúpese por la suya, oiga, que le será más placentero. ¿O acaso vamos todos gritando a la gente que sale de misa inmorales por hacer sólo la postura del Misionero? Pues eso. Qué más da lo que hagan en sus alcobas (o en la cocina, salón, baño, etc...) si es gente buena. Digo yo, vamos.

España huele a rancio también porque se lleva rompiendo desde que Franco murió. Si no me creéis, mirad las noticias. No tardarán en poner alguna noticia que incite el odio contra catalanes, vascos, murcianos, andaluces, etc... Porque se creen los más listos, porque quieren más dinero, porque se quieren independizar, porque quieren más vacaciones, más agua... Y todo esto viene porque hemos nacido aleatoriamente (de chiripa, vamos) en un cacho de tierra. Miren a los somalíes, tan famosos en estos días. Los pobres no pueden ni reñir, de lo poco que tienen.
Pero volvemos a lo mismo, miedo a lo diferente. Y el miedo suele desembocar en odio. Odio al catalán porque habla catalán, y tiene una cultura muy rica. Odio al vasco, por lo mismo. Y en general a todos los pueblos. Aunque me parece gracioso. Se odia en general, será porque la gente que les odia les conoce a todos y cada uno en persona para decidir que es "un pueblo malo". Con un par. Pues señora, un pensamiento le voy a dar, de mi cosecha propia, eso sí, que puede parecer muy polémico. Me parece estupendo que la gente de una determinada ubicación conserve sus costumbres e idiomas, su cultura en general. Y habría que poner de parte de todos para mantenerlo, cuidarlo y desarrollarlo. Pero las nacionalidades me tocan los cojones. ¿Significa esto que los catalanes y vascos y demás no pueden independizarse? Por mí, deberían estar en su derecho de elegir qué hacer. Ahora, sinceramente, creo que no deberíamos poner más fronteras, sino quitarlas. Fuera todas esas líneas imaginaras, fuera todos esos trapitos de colores que hace que la gente luche por ellos. De hecho, voy más allá. Fuera países, no deberían existir. Ni España, ni Francia, ni EEUU, ni Sudán del Sur. ¿Quién soy yo para decir que soy más que una u otra persona por haber nacido (de chiripa, recordemos) en España? Humanos, y punto.
¿Que es una idea polémica? Pues sí, claro, pero como todas. Ya he dicho que pienso que cualquiera debería decidir dónde quiere vivir, o qué hacer con su vida. Hoy por hoy no es posible, pero por lo mal repartido que está el mundo. Ni más, ni menos.

Y lo de la iglesia católica finalmente es que es de traca. Venga hombre, que estamos en el siglo XXI. Qué hacemos todavía dándole pávulo a esta gente. Quien quiera pertenecer a esa religión, que lo sea. Pero que deje al resto en paz. ¿Que viene el Papa? Vale, pues que lo paguen sus fieles. ¿Que la iglesia quiere dinero? Pues que trabaje. Basta ya de chupar de la teta del Estado, y que cumplan el Concordato. Y por supuesto, fuera de las instituciones y de los colegios. Vamos a ser un poco coherentes con lo que se firmó en la Constitución, hombre.

Por todo esto, y por mucho más, España huele a rancio. Y Europa también. Y el mundo en general. A ver si abrimos las ventanas, y ventilamos un poco, que huele a tigre.

martes, 26 de julio de 2011

Pero qué hasta la polla.

No sé si soléis leer las noticias de vez en cuando. Yo sí, cada día. Leo diversos periódicos y fuentes de información, de todos los signos políticos. Lo cual, en sí mismo, es graciosísimo. Periódicos que se autodenominan objetivos, pero que no ocultan sus preferencias partidistas. Tócate los pies.

El caso es que no sé por qué lo hago, por qué hago un repaso diario de las noticias, ya que acabo con un cabreo de tres pares de narices. Indignado es decir poco para cómo acabo cada vez que dejo la información a un lado.

Hace unos días ha salido a la palestra el estado de profunda hambruna que se vive en el cuerno de África. Lo cual no es una novedad, porque seguro que os acordáis de que lo mismo se comentaba hace muchos años. Como hablaba esta mañana (bueno, en realidad a la par que escribo este post) con Rafa Barberá (@rbarbera) el problema de esa parte de África es el escaso interés económico que tiene esa parte del globo para los países desarrollados. En resumen, que si no hay petróleo, diamantes, oro, o minerales raros, que os den por culo. Lo siento, pero creo que va a ser un post con lenguaje para mayores de 18 años, porque el encabronamiento que tengo es de aúpa.

Resulta que el Banco Mundial se ha comprometido a dar 350 millones de euros para paliar el hambre en la zona. 350 millones. Bien. Y España, 25 millones. Bien también. El problema está cuando te pones a ver otras noticias de España. Y lees lo siguiente. Que España va a destinar en principio 2800 millones de euros (dos mil ochocientos millones) en salvar de la quiebra a la CAM. Tócate los cojones, Mariloles. Es decir, que entre todo los países del mundo no somos capaces de reunir una cantidad de dinero necesaria como para que esa gente tenga algo que llevarse a la boca durante el resto de su vida, pero sí que podemos salvar a unos soplapollas de la quiebra aun cuando ellos mismos se han condenado. Cojonudo.

El problema está en que la gente de a pie no podemos tomar partido en todo esto. De ser así, estoy convencido de que la CAM se iría a tomar por culo, y los somalíes estarían mucho mejor alimentados. Y si pudiéramos, mandábamos a los directivos de los bancos y cajas y a nuestros políticos a pasar una temporada a Somalia, o Etiopía, a pasar un poquito de hambre. Unos meses con el vientre hinchado y a lo mejor se les quitaba la gilipollez.

Cierto es también, como apuntaba el bueno de Rafa, que por ejemplo el gobierno de Etiopía, mientras recibía 60 millones de euros para paliar el hambre en su país, se gastaba 100 millones en tanques para proteger de la insurgencia de las etnias del país las reservas de petróleo. El problema está en que ese petróleo poco ayudará a la gente del lugar, porque todos sabemos cómo se las gastan muchos de los líderes africanos. Ellos también tienen el vientre hinchado, pero porque está lleno, no como el de su pueblo. Cuanto hijo de puta que hay suelto.

Y habrá alguien que me diga que no se puede hacer nada, que soy muy idealista y demás. ¿Idealista? Pues sí, coño. Al menos prefiero rajar sobre toda esta panda de cabronazos y protestar, antes que agachar la cabeza. Joder, que al menos se enteren que si hacen todas estas mierdas, no es con nuestro beneplácito.

viernes, 15 de julio de 2011

Saad. Orígenes.

Mohamed, provenía de una familia de El Cairo, de la que tuvo que huir al negarse a contraer matrimonio con la mujer que le habían buscado. Cuando cumplió los 26 años, recibió la visita de su futura esposa concertada. Ella sólamente tenía 14 años. A pesar de haber nacido en una familia muy tradicional, Mohamed rechazaba de plano aquella costumbre, por dos motivos principales. Primero, porque se había empapado de las costumbres extranjeras, gracias al trato con los turistas y al visionado de películas de otros países. Y segundo, y más importante, porque estaba enamorado de una mujer, Azeneth.

Mohamed trabajaba en una gasolinera del centro de El Cairo de sol a sol. Al ser el más joven, y llevar poco tiempo, le había tocado el peor turno, el diurno. Se refugiaba de los 45º C mojando una toalla la cual se ponía sobre el cuello, mientras esperaba al siguiente cliente a la sombra. Mientras estaba sentado en su taburete, observaba el caos de tráfico a su alrededor. Cientos de coches pasaban cada hora, bajo el sol abrasador, llenos de gente que iba a sus trabajos, de guiris y militares. Todos, o prácticamente todos los coches eran negros, con gente vistiendo chilabas y pañuelos oscuros. Salvo ella.

Azeneth era un caso extraño en aquellos días. Sus padres habían decidido que estudiara en el extranjero, lo cual ya era rizar el rizo. Que una mujer estudiara, y que además fuera en Francia, era algo que no entraba en la mente de la mayoría de aquella sociedad. Pero la familia de Azeneth tradicionalmente había estado ligada al consulado francés. Su padre había sido el ayudante personal del cónsul durante más de veinte años, por lo que no compartía esas ideas tan cerradas propias de aquellos años en Egipto. Su mujer sin embargo no estuvo tan de acuerdo en mandar a la niña a París para su formación. Por suerte para Azeneth, la intercesión del mismo diplomático cerró toda discusión.

Volvió de París con veintitrés años, muchas ideas en la cabeza, y un futuro en la maleta. Había estudiado en el Instituto de Estudios Políticos de París, con la intención de trabajar para la embajada de Egipto en Francia. La idea de vivir como las mujeres de su país no la seducía en absoluto. Aun así, estaba deseando volver y poder abrazar a sus padres aunque fuera por última vez. De modo que cogió el avión sin llevarse más que una pequeña maleta para pasar la semana que tenía planeado en compañía de su familia.

Llegó a El Cairo al mediodía, con un calor que te aplastaba contra el suelo. Sin embargo ella levantó el rostro hacia el sól nada más salir del avión. Había echado tanto de menos aquello, en París hacía demasiado frío. Cuando se fue a Francia era diciembre, con -10º C esperando. A lo largo de todos aquellos años, había aprendido a tolerar el frío, pero no le gustaba lo más mínimo.
Salió a la calle y paró el primer taxi que pasó. Montó y le dio la dirección al conductor.  A mitad de camino el taxista paró en una gasolinera, disculpándose ante la señorita por tener que detenerse a repostar. Ella hizo un gesto con la mano, como diciendo que no pasaba nada, y casi sin darse cuenta se quitó el pañuelo que le tapaba el pelo para colocárselo mejor. Al momento escuchó la voz del taxista, que gritaba de forma airada. El chico encargado de echar la gasolina se había quedado embobado mirándola y había derramado el combustible encima de los pies del taxista. Avergonzado pidió disculpas al hombre, mientras miraba de hito en hito a aquella mujer de pelo y ojos negros, de piel tersa y maquillada, de túnica y pañuelo blancos que destacaban entre la multitud oscura, y que sonreía divertida cómo él, a pesar de la mugre que le cubría por completo, se ruborizaba hasta las orejas.

El taxista subió de nuevo al coche, clamando al cielo, y con intención de irse sin pagar. Mohamed no podía reaccionar, y seguía con la boca y los ojos abiertos de par en par. Azeneth posó una mano en el hombro del conductor y le pidió que perdonase al chico, ya que era seguro que lo había hecho sin maldad alguna. A regañadientes éste tiró unos cuantos billetes arrugados por la ventana y arrancó de malos modos. Mohamed vio cómo uno de los mechones de ella parecía despedirse de él ondeando grácilmente al viento a través de la ventanilla.

lunes, 11 de julio de 2011

Hola chaval.

Me he decidido a escribirte esta entrada porque sé que en algún momento la necesitarás. Habrá cosas que te encanten de lo que aparece escrito, y otras que no lo harán en absoluto. Muchas te darán esperanza y otras algo de desasosiego, pero no te preocupes. Todo irá bien.

Sé que en este momento lo estás pasando mal. Sé que no tienes amigos cerca, en el día a día que puedan ayudarte. Los que tienes están lejos, y les ves de tanto en tanto. No desesperes, porque llegarán. Tarde, pero llegarán. Y serán muy buenos, te lo aseguro. De los que puedes llamar a cualquier hora, y te cogerán el teléfono y te escucharán lo que haga falta. Quizá en el futuro no les veas todo lo que te gustaría, pero dará igual. Estaréis siempre conectados a través de internet y del móvil. Sé que estas palabras te resultarán extrañas, pero verás cómo te vas haciendo a ellas.

Siento decirte que te quedan unas cuantas humillaciones por sufrir, y unos cuantos golpes por recibir. Estoy convencido de que no quieres pasar por ello, y lo entiendo. Pero créeme que saldrás reforzado de todo eso. Dentro de veinte años, serás una persona completamente diferente a como eres ahora. Doy fe.

En cuanto a lo de adelgazar... Bueno. Se podría decir que tampoco es que haya puesto mucho de mi parte. Pero es que ha pasado a ser una preocupación secundaria en nuestra vida. La gente aún se sigue metiendo con nosotros, pero ahora tenemos la lengua con filo y respondemos a todos. Verás qué cara que ponen, te encantará. Ah, por cierto. Lo de estar gordos no nos influirá a la hora de tener pareja. Ya, ya sé que tú no quieres para nada tener novia, pero es normal a tu edad. En unos pocos años eso cambiará, y tu vida entera con ello. Gracias a ella, serás una persona diferente, que te hará sacar lo mejor que tienes para mostrárselo a los demás.

Además tendrás 4 perros aunque ahora te den pánico, una hipoteca (que te dará pánico), te mudarás 4 veces (de momento) y te encantará la fotografía. Y oye, alguna foto resultona sí que sacarás. Podrás hablar con quien quieras y casi cuando quieras. Tendrás bastante labia, al menos con respecto a como eres ahora mismo. Te gustará el heavy (te gustará), e irás cambiando la forma de vestirte con el tiempo. Seguimos con gafas, que nos quedan de miedo, y ahora llevamos barba, aunque solemos cambiar la forma de vez en cuando, para no aburrirnos.

Te irás a vivir a Toledo, porque no te gustará el día a día de las grandes ciudades, aunque de vez en cuando te escapes a Madrid para darte un baño de urbe. Te encantarán los caminos, por donde no pasa nadie y sacar a los perros a pasear. Eres una persona sencilla, con gusto por las cosas sencillas. Con un huerto, o una cerveza charlando con amigos serás el más feliz del mundo. Con sueños que no se cumplieron, y cosas que jamás soñaste hacer.

Habrá momentos duros, no te voy a engañar. Verás morir a seres queridos, muy queridos. Tanto familiares como amigos. Pero seguirás recordándoles, por descontado. Tu camino y el de algunos amigos se separarán. Algunos volverán, otros no, y otros te acompañarán de nuevas. Habrá enfermedades y unas cuantas lágrimas, pero todo forma parte de la vida.

Sé que todo esto que te escribo suena muy lejano. Pero te escribo para que sepas que todo va a salir bien, que lo vas a hacer estupendamente. Que por mucho que ahora te peguen, insulten y humillen, dentro de unos años podrás sostener la mirada a cualquiera, y que no tendrás miedo de nadie. Que la gente acabará por respetarte y por quererte. Y te apreciarán. Siento mucho que no puedas disfrutarlo en estos momentos tan duros, pero quizá estas líneas te den fuerzas para afrontar el futuro que te espera.

Cuídate mucho, chaval.

miércoles, 6 de julio de 2011

Dos vidas he gastado.

He estado a punto de morir dos veces. Dos. De forma más o menos clara. Bueno, qué coño, a punto de espicharla con todas las de la ley. Eso sí, no os lo recomiendo, al menos hasta última hora. Se pasa fatal, fatal.

La primera fue hace seis años. De hecho, fue el 16 de junio de 2006. Lo sé porque el 15 firmé las escrituras de mi casa, y al día siguiente fuimos a reparar lo que pudiéramos. Para empezar, deciros que mi casa tiene ya unos cuantos años, y el estado en el que me la entregó el antiguo dueño distaba mucho de estar bien. Por ejemplo, la bomba de presión que alimentaba de agua la casa. Como muchos sabréis, en mi casa no tengo agua corriente, sino que procede de un pozo, y que iba echándola a un aljibe. De ahí, mediante una bomba de presión, era introducida en la casa.

Bien, dicha bomba no funcionaba, por lo que mi suegro y yo nos dispusimos a desinstalarla. El detalle de que mi suegro me estaba ayudando es crucial, ya veréis por qué. Pondría fotos, pero no encuentro ninguna. De todas formas estoy convencido de que las habéis visto. Suelen tener una especie de pelota o balón de color rojo en la parte superior. Y encima de la pelota, una tapa de acero con doce hermosos tornillos.
Mi suegro me dijo que había extraído todo el aire, y que íbamos a quitar los tornillos para ver si la membrana interior estaba rota y por eso no funcionaba. El quitarle el aire es importante, ya que esas bombas aguantan una gran presión interna para poder mover el agua. En este caso, la presión que marcaba el manómetro era de 4 atmósferas. El copón.

Se puso mi suegro a quitar tornillos mientras yo sujetaba la pelota. Para poder hacer fuerza, ya que los tornillos estaban oxidados, estaba inclinado encima de la susodicha. Cuando faltaban 5 tornillos por quitar, le dije a mi suegro que si estaba seguro de haber sacado todo el aire, no fuera que eso exploBAAAAAAAAAUUUUUUMMMMMMMMM!!!!!!

Se hizo el silencio después de la explosión, ni me pitaban los oídos ni nada. Era incapaz de escuchar, y tampoco veía. Los ojos me ardían y me lloraban a mares, y los brazos, la cara y el pecho me palpitaban de dolor. Mi suegro no había sacado todo el aire. Cuando llevaba unos segundos, le pareció que dejaba de salir y paró de purgar. Consecuencia, la tapa estuvo a punto de saltar por los aires, en cuya trayectoria se hubiera encontrado con mi cara. Para que os hagáis una idea de la gravedad del asunto, la tapa de acero de 1 cm estaba doblada sobre el único tornillo que resistió, y lo hizo a duras penas. La explosión hizo que toda la mierda acumulada en el interior saliera a toda leche y en todas direcciones. No me dio tiempo a cerrar los ojos, y partículas de barrillo y demás mierdecilla se me incrustó en ellos, así como en brazos, cara, pecho y cuello. Estuve una hora sin poder oír nada, y más de media sin poder abrir los ojos. Pero por un tornillo, no me saltó la tapa de la sesera.

Esa fue mi primera vida gastada. La segunda fue bastante lejos de Toledo, y en condiciones muy diferentes. Ocurrió allá por el 2008 si no recuerdo mal, en Luarca, Asturias. Estábamos cenando en un pequeño restaurante muy majo enfrente del puerto, disfrutando de una sidrina y de un magnífico churrasco en mi caso.
Estando yo masticando, pasó un camarero por detrás mía y se le cayó un vaso en mi espalda. De la impresión tragué sin haber mascado lo suficiente. De modo que la bola se me quedó atascada en la garganta. Os puedo asegurar que es realmente angustioso. Intenté tragar como 20 veces en menos de 5 segundos, sin resultado alguno. Me metí los dedos todo lo que pude, y sólo rocé el bulto. Miré alrededor y tanto mi mujer como mi suegra y mi cuñado estaban a lo suyo, comiéndose su cena ajenos a mi cara que ya debería estar tornándose azul o similar, por no hablar del resto de la gente del bar. Todos indiferentes a mí, salvo mi suegro.

El hombre me miraba de hito en hito, mientras cortaba parsimoniosamente su filete. Me veía hacer aspavientos y señalarme la garganta, pero nada. Desesperado como estaba, me levanté, me fui detrás de mi silla, y con el respaldo de la misma me hice la maniobra Heimlich. Al segundo achuchón, la bola salió. En ese momento, el bar enmudeció al escucharme respirar después de un minuto interminable, y mi mujer se dio por fin cuenta de lo que había pasado. Todos me preguntaban por mi estado, salvo mi suegro, quien seguía masticando su cena.

Al rato, por fin habló:
- No, si yo sabía lo que pasaba.
- ¿Y no has sido capaz de hacer nada? - le dijo mi mujer.
- No era necesario.
- ¿Cómo que no era necesario? ¡Ha estado a punto de ahogarse!
- Ná. Hace como 10 o 15 años escuché en la COPE que el cuerpo tiene las herramientas necesarias para autosalvarse en estos casos.
- Claro, suegro. Por eso mueren cada año miles de personas ahogadas, no te jode.

Después de eso, tuve dolor de garganta durante una semana, y una voz ultratumba muy chula.

Y esas son las dos veces que estuve a punto de morir, pero no morí. Así que según la cuenta del gato, me quedan 5 vidas. Por favor, que nadie cante la canción de Antonio Flores.

Le he pedido a Blanco Humano a su mono de documentación, ya que no encontraba la foto de la bomba que os he comentado. Pero creo que BH me lo ha mandado sin pilas, ya que la foto no tiene demasiado que ver. Aunque él jura y perjura que al poner bomba presión pelota en Google aparece lo siguiente:



lunes, 4 de julio de 2011

Mudanza.

Realmente dios no castigó a Adán y Eva con la expulsión del paraíso. Fue con la mudanza que tuvieron que hacer.

Este fin de semana me he mudado a una casa más cercana del trabajo. Ya que en Ejpaña va todo tan de P. M. y hay tanto trabajo, en vez de cambiar de curro es más fácil cambiar de casa. Al menos sobre el papel. Todo aquel que se haya mudado sin contratar una empresa de mudanzas, me comprenderá.

Ayer terminamos de colocar todo lo gordo. Con lo gordo, además de mí, me refiero a camas, electrodomésticos, sofás, sillas, mesas, etc. Lo cual es un alivio, y más cuando la casa a la que vas es de dos plantas y la escalera es estrecha de cojones. Aún me tiemblan las calandracas cada vez que recuerdo el jodido canapé.

Pero claro, después de colocar lo gordo, viene "lo más gordo". Cacharritos, platos, cubiertos, libros, cds, películas, cables, servilletas, manteles, botes de comida, vasos, copas, más copas, copas de champán, copas de vino, copas de agua, más vasos, estos para whisky, vasos de agua. Sobrecitos de Tang, recuerdos de comuniones, bodas y bautizos, ropa, gallumbos, bragas, calcetines, camisetas, camisas, trajes, corbatas, pantalones, en los que entran los vaqueros, chinos, cortos, de lino, de bolsillos, sin bolsillos, más cortos, piratas. Sin mencionar los zapatos, sandalias, tacones, planos, manoletinas, deportivos (tenis para los andaluces). Macarrones, espaguetis, lacitos, fideos, judías, garbanzos, arroz, lentejas. Lejía, fairy, limpiasuelos, limpiacristales, limpiatodo. Trapos, gamuzas, más trapos... Os hacéis una idea.

Además, siempre hay algún accidentillo laboral. En mi caso, suelen ser más de uno. La gente dice que estoy gafado, o que soy torpe. Yo sólo digo que la vida es un poco japuta, pero nada más. Y si además tienes un suegro con ideas de bombero jubilado a la hora de hacer mudanza, todo se vuelve más interesante. El sábado, a las 22:30h, después de llevar todo el día cargando cosas para aquí y para allá, procedimos a meter la lavadora en la casa. Como buen bombero jubilado (honorario, que es camionero) se le ocurrió a mi suegro que él cogería la lavadora de espaldas y yo iría detrás. No lo tuve claro desde el principio, pero cuando quise darme cuenta ya estaba levantándola. El horror (el horror) llegó cuando tuvimos que subir los cuatro escalones que dan a la casa. Empezó a subir mi suegro de forma... ligerita, y claro, la lavadora fue echándose encima mía mientras él subía, hasta que se dio cuenta de que prácticamente ya no llevaba peso. Se fue a dar la vuelta para cogerla mejor y acabó por tirármela encima del pie. Resultado: en mi nuevo barrio ya saben que blasfemo como un pirata ebrio de muy mala leche. Otro resultado: pie amoratado e hinchado, tanto que no me entraba en la zapatilla desatada. Tercer resultado: reproche de mi suegro por haber dejado caer la lavadora y por poner el pie. Jamás el suegricidio estuvo más cercano.

Después, tenemos la sempiterna contractura en la espalda al coger una bolsa trampa. Las bolsas trampa se camuflan estupendamente junto a las bolsas pluma, que suelen tener un gran volumen pero pesan muy poco. Véase edredones, almohadas, algún abrigo... Y las bolsa trampa son las que esconden objetos del peso de un yunque metidos en una bolsa de basura o similar. Y con las que te confías al verlas, de forma que te levantas rápido y... ¡ZASCA! Menos mal que a mí las contracturas y los tirones me duran poco. Eso sí, nunca menos de la duración de la mudanza, para joder.

Y por último tengo otro pequeño problema. Bueno, pequeño. Grande. Soy muy cabezón. En todos los sentidos, pero el que nos ocupa es el físico. Creo que mi cabeza tiene campo gravitatorio propio, lo cual explica perfectamente los golpes que me llevo en ella. Hace años, rompí una pata de madera de una máquina de coser de un cabezazo. No me dieron puntos, pero el chichón aún me persigue en mis pesadillas.
Esta vez le tocó a la caldera de la nueva casa. Es una parecida a un calentador de gas de los de toda la vida, pero más... maciza. No sé por qué, sabiendo cómo soy, me senté a cenar debajo de ella. Al principio fui consciente de su situación y tamaño, y de que mi forro (cabeza) corría gran peligro. Pero con la conversación y el dolor de pie, se me olvidó. Así que al levantarme para quitar la mesa, rematé. Ni Santillana, oye. Eso sí, ahora la caldera va de miedo, porque sabe que la puedo destrozar de un par de embistes.

Y eso es todo, de momento. Salvo por los meses que tardaremos en colocar toooooooooooooodo lo más gordo que tenemos. Echándo un cálculo rápido, creo que poseemos cerca del millón de euros en mierdas variadas.

Seguiremos informando.

lunes, 13 de junio de 2011

República Olvidada de Yegros.

Soy gilipollas, lo reconozco.

Vivo en una urbanización de un pueblo de Toledo. Compré la casa a una buena gente que me engañó como a un panoli. Como buenos cristianos que eran, y muy creyentes, espero y confío que estén ardiendo en el infierno.
No tengo ganas de decir dónde, no porque quiera mantenerlo en secreto, ya que cualquiera puede descubrirlo fácilmente, sino porque no merece ser nombrado. No por sus gentes, sencillas y buenas, como las de cualquier otro sitio. Sino por sus gobernantes.

La urbanización donde yo vivo, se gestó hace 30 años más o menos. Se hizo un plan parcial, acorde a los tiempos que corrían y al lugar donde se encuentra. Canalización de agua procedente de dos pozos, fosas sépticas, alumbrado público y asfaltado. Como hay otras muchas urbanizaciones a lo largo del territorio nacional.

El problema es que no todo se llevó a cabo. Los nuevos propietarios, en su mayoría procedentes de la comunidad de Madrid, habían comprado esas casas con parcela como segunda residencia, y así poder desconectar un poco del ritmo ajetreado de la urbe. Una vez les construyeron sus casas, se encontraron con que algunos servicios mínimos no habían sido llevados a cabo. La electricidad tardaba en llegar, por lo que hubieron de poner generadores. El agua no llegaba por falta de presión, por lo que tuvieron que hacer pozos en sus propias parcelas. Las calles no se asfaltaron, de modo que se desplazaban a muy baja velocidad en sus coches. Y faltaba el alumbrado público, por lo que hicieron acopio de linternas y pilas.

Se quejaron al constructor, y se rió en su cara. Se quejaron al alcalde, y les remitió al constructor con una sonrisa en los labios. Se quejaron al presidente de Castilla - la Mancha, y no les hizo ni puto caso. Se quejaron al Defensor del Pueblo, y les dio la razón. Presentaron la reclamación al alcalde y se rió con más ganas.
Treinta años después, la urbanización sigue como estaba. Tenemos electricidad, gracias a que la pagaron los propietarios aparte. Pero no nos dejan pagar por tener el resto de servicios, no nos dan el permiso necesario aun a pesar de tener un Plan Parcial aprobado hace treinta años y publicado en el Boletín Oficial de Toledo.
Desde entonces han pasado por el ayuntamiento los partidos del PSOE y PP, y nada ha cambiado.

Una vez compré yo mi casa, acababa de entrar un joven alcalde, socialista, el cual tuvo a bien recibirnos para hablar de lo que nos ocupa, y de otro asunto que nos indignaba bastante. Se había anunciado la creación de una nueva urbanización, anexa a la nuestra, de 1500 viviendas de alto standing, lago, centro cultural y campo de golf. Lago y campo de golf. Esas palabras son sangrantes para alguien que depende del agua de un pozo, el cual a su vez depende de las lluvias que haya habido ese año. La indignación fue aún mayor al saber que el agua necesaria saldría de los terrenos de nuestra urbanización, y que no pensaba poner ni un duro para que nos abasteciéramos de agua, ya que hasta que el constructor no lo hiciera para la nueva urbanización, no podríamos aprovecharnos de ello. Eso, a pesar de tener la tubería a menos de dos kilómetros.
Pero hete aquí que llegó la crisis, y se dejó apartado el sector 17, como era conocida esa nueva urbanización, y con ella, las posibilidades de conseguir algo.

Resultado: el mismo que hace tantos años. Por eso, me río mucho en estos días leyendo cómo desde el PSOE lanzan puyas a IU por permitir que acabe gobernando en algunos ayuntamientos. Y me río, porque en mis carnes he vivido lo que durante mucho tiempo he defendido. Que PP y PSOE son el mismo perro con distinto collar, que al menos aquí en Toledo, el caciquismo está a la orden del día, y el que más tiene, más manda. Es más fácil olvidar a unos pequeños infelices que ponerse de su parte. Total, cuatro años son pocos y hay que enriquecerse lo que se pueda. Quién sabe lo que pasará en la siguiente legislatura. De izquierdas, dicen ser. Y una mierda.

Quizá haya a alguien a quien hieran estas líneas, o se sienta ofendido. A esa gente le puedo enviar unos doscientos documentos, amén de las dos resoluciones del Defensor del Pueblo estatal y de Castilla - la Mancha a nuestro favor, y del ayto. de Mora (vaya, al final lo he dicho) diciendo que saben que están incurriendo en una falta (incluso en un delito diría yo, ya que no llevar a cabo un Plan Parcial emitido en un Boletín Oficial no es moco de pavo). Así que para terminar, lo dejaré muy claro.

Politicuchos de recambio, con fecha de caducidad de cuatro años, de partidos políticos tan grandes que ya no se paran a pensar en los ciudadanos, que se creen algo por ostentar un cargo político. A tomar por culo.

martes, 24 de mayo de 2011

Citas políticas.

Gracias a Salvador, que las ha publicado en un comentario en la anterior entrada. Me han gustado tanto, que quiero compartirlas con vosotros.

1. Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad (Miguel Delibes)
2.Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa (Enrique Jardiel Poncela)
3. La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos (Louis Dumur)
4. Nadie puede adoptar la política como profesión y seguir siendo honrado (Louis McHenry Howe)
5. El que no se atreve a ser inteligente, se hace político (Enrique Jardiel Poncela)
6. Es muy difícil hacer compatibles la política y la moral (Sir Francis Bacon)
7. Los políticos honrados se quitan de en medio cuando cae sobre ellos la sospecha (Antonio Gala)
8. El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra (Karl Marx)
9. Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible (Bertrand Russell)
10. La política es quizá la única profesión para la que no se considera necesaria ninguna preparación (Robert Louis Stevenson)
11. Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione (Bernard M. Baruch)
12. He dicho muchas veces que la política es la segunda profesión más baja y me he dado cuenta de que guarda una estrecha similitud con la primera (Ronald Reagan)
13. La política es el paraíso de los charlatanes (George Bernard Shaw)
14. La política es la conducción de los asuntos públicos para el provecho de los particulares (Ambrose Bierce)
15. La moral se esgrime cuando se está en la oposición; la política, cuando se ha obtenido el poder (José Luís López Aranguren)
16. Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra de verdad bajo tierra (Georges Benjamin Clemenceau)
17. Como los políticos nunca creen lo que dicen, se sorprenden cuando alguien sí lo cree (Charles de Gaulle)
18. Un partido es la locura de muchos en beneficio de unos pocos (Alexander Pope)
19. La política es el arte de los incapaces de triunfar en privado (Jose Luis de Villalonga)
20. Todo el estudio de los políticos se emplea en cubrirle el rostro a la mentira para que parezca verdad, disimulando el engaño y disfrazando los designios (Diego de Saavedra Fajardo)

domingo, 22 de mayo de 2011

!Levantad la cabeza, coño!

Se empiezan a conocer los resultados de las elecciones. Como era previsible, el PSOE baja, y el PP sube, así como IU y UPyD en menor medida (estos dos últimos, seguramente perjudicados por la ley electoral).

Según leo en mi TL en Twitter, las noticias han caído como un mazazo. Se ven tuits pesimistas, laméntandose de la situación, de cómo hemos podido llegar a esto. Pues se ha llegado porque hemos dejado que sucediera, niños. Llevamos años con esta misma mierda, votando a unos para que no salgan los otros, y sabiendo, que los otros votan en masa, sin pararse a pensar.

Habrá gente que se cuestione ahora el movimiento del 15M, por si acaso hemos metido el enemigo en casa, por si hemos dejado la puerta abierta al lobo. Quien piense así, por favor, que me lo haga saber, que no quiero volver a saber nada de ellos. El movimiento 15M, o ¡Democracia Real Ya! tal y como yo lo entiendo, engloba a toda la clase política por igual, ya que la forma de comportarse en los últimos tiempos tanto en un bando como en otro (hablando de los partidos mayoritarios) ha sido análoga. Claman por una reconversión de toda la sociedad actual, no quedándose sólo en lo político, sino que quieren que empecemos por los escalafones más básicos. EMPECEMOS. TODOS.

Ahora mismo, mientras vosotros bajáis la cabeza, los políticos a los que hemos gritado esta semana están ganando doblemente. Se perpetúan 4 años más en sus puestos y han conseguido callarte la boca. No hay mejor escenario para ellos. Pero mirad de nuevo los resultados totales. ¿Veis que el PP no ha conseguido más votos que en 2007 apenas, a pesar de la crisis? ¿Veis que el PSOE ha perdido muchos votos? ¿Veis que IU y UpyD han ganado muchos más? Y todo esto con una acampada de una semana de la cual se lleva hablando en los medios de comunicación 3 días, 3. Imaginaos lo que podemos conseguir de aquí a un año, para las generales.

Eso sí, no va a ser fácil ni placentero. Poco menos que nos vamos a tener que dejar la garganta gritando y denunciando, y desgastarnos la yema de los dedos de tanto escribir. Será un camino jodido, pero que muchos haremos a gusto. Pensad, que al menos no tenemos que luchar contra los "grises" ni mucho menos. Que los tiempos tan duros de nuestros padres ya pasaron, y que ahora somos nosotros los que les tenemos que contar ahora las batallitas de nuestro tiempo, que sepan lo que se cuece en las redes, y desentrañarles las cagadas políticas que no cuentan las televisiones y medios tradicionales. Hemos de educar a nuestros mayores, niños, porque nuestro futuro, y el suyo, dependen de nosotros, y de nadie más.

Claro, que podéis emigrar. Es una solución. Mi nodemasiadobuen inglés, poco francés, nulo alemán, y mi cabezonería se quedan conmigo aquí a intentar desfacer el entuerto. Porque nadie nos va a prohibir que lo intentemos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Soy... somos...

Es curioso la de cosas que somos, a la vez. ¿Os habéis fijado? Ayer lo puse por escrito en un tuit, pero creo que he de desarrollarlo un poco.

Según vayas viendo las noticias, leas los periódicos verás que son muchísimos los adjetivos que se usan para la gente. Hay de todo tipo, para todas las clases de personas. Para que haya diferencias entre unos y otros. De hecho, si os fijáis bien, seguramente entre tu hermano, hermana y tú, los medios de comunicación pueden meter decenas de adjetivos de por medio, dejando en nada la relación que os une.

Para que lo veáis más claro. Según los medios soy: rojo, ateo, pirata, perroflauta, anarquista, antisistema, antidemocrático, rebelde, barbudo, heavy, desharrapado, harapiento, inconformista, gordo, proxeneta, toledano, castellano - manchego, campero, campista, inculto, pastor, incomprendido, inadaptado, indignado, cabreado, incomprensivo, tragaldabas, friki, geek, amigo de los negros, amigo de los gayers, borrokolari, etc.

Estos son adjetivos usados en noticias que me afectaban, en mayor o menor medida. Me parece demasiado curioso la manera en la que se empeñan en decir, al final, que tú y yo somos diferentes. Los catalanes de los madrileños, los del PP del PSOE, los del Barça y los del Madrid, izquierdas y derechas, andaluces, vascos, gallegos. Gordos y flacos, pijos, progres, mujeres, hombres. Españoles de pura cepa e inmigrantes. Hipotecados, ricos, pobres, clase media. Gays y lesbianas, heterosexuales, ateos, creyentes, católicos y musulmanes.

No sé tú, pero a mí todo esto se me olvida cuando hablo con alguien. Alguien que es igual que yo, pero con otras ideas. Pero en esencia, que es lo que importa, una persona más. Realmente todos buscamos más o menos lo mismo, recorremos el mismo camino a lo largo de la vida.Por norma general, lo único que queremos es vivir en paz y felices.

Y esto se demuestra dándose un paseíto por Sol, simplemente.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Hemos despertado, y hemos venido a quedarnos.

Ya estamos aquí. Hemos tardado mucho, quizá una o dos generaciones. Hemos visto pasar nuestros derechos hacia el olvido por delante de nuestros ojos. Hemos visto cómo se hipoteca nuestro futuro, cómo nuestros sueldos se congelaban, cómo se reducen en el caso de los funcionarios. Cómo se enriquecen los bancos, se les mima. Cómo se expulsa a las gentes de sus casas por no poder pagar, manteniendo sus deudas. Cómo el paro aumenta irremediablemente. Cómo los jóvenes se desesperan por un futuro incierto.

Hemos visto reducir la calidad de la enseñanza, la calidad de la educación. Vemos cada día recortes en la sanidad que pagamos todos. Aguantamos amenazas de copago, mientras se abren hospitales disfuncionales.

Se obvian nuestros derechos en la red, se nos imponen candados, se nos obliga a pasar por el aro.

Por todo ello, aquí estamos. Y hemos venido a quedarnos. Llevamos aletargados mucho tiempo, pero una vez que uno despierta, el desasosiego impide que se vuelva a dormir. Nos habéis dado demasiados frentes como para que esto pase. Nos habéis inyectado indignación en vena, y os lo haremos saber. En la calle y en las urnas. Esto no va a ser lo mismo para vosotros. Vayáis donde vayáis, escucharéis nuestras voces disconformes. Podréis publicar noticias en vuestros medios de comunicación diciendo que todo va bien, y qué buenos sois. Pero ya no nos engañáis. A nosotros no. Tendréis a muchos de vuestro lado, pero nosotros seguiremos creciendo.

Preocupáos por los que no estamos en vuestros mítines, sino en la calle. 

Se acabó.

#nolesvotes.

martes, 17 de mayo de 2011

Versión modificada por Iñaki Úcar en su blog Enchufa2


Es una explicación del movimiento #nolesvotes, necesaria a raíz de las tergiversaciones vertidas por los medios de comunicación.


1.- OBJETIVO DE #NOLESVOTES. Las personas que apoyamos a la iniciativa #nolesvotes desde sus inicios, a la vista de la catarata de tergiversaciones vertidas por políticos y medios de comunicación, queremos recordar y subrayar que la iniciativa en ningún modo promueve la abstención, y que surgió para hacer una llamada al ejercicio del voto responsable el próximo 22-M. La iniciativa pide específicamente que no se vote a los partidos que responden a intereses distintos a los de la ciudadanía: PP, PSOE y CiU, pero recomienda que en su lugar se examinen otras opciones. La iniciativa no pide el voto para ninguna opción concreta: el voto es responsabilidad de cada ciudadano.

1.1.- IMPLICACIONES DEL VOTO NULO Y EL VOTO EN BLANCO. Al igual que esta iniciativa no promueve la abstención, tampoco promueve el voto en nulo o en blanco. El primero, a todos los efectos, es lo mismo que la abstención. El segundo computa como voto válido, lo que significa que aumenta el número de votos necesarios para obtener un representante; en otras palabras, el voto en blanco le quita representantes a los partidos minoritarios y se los da a los mayoritarios.

2.- HAZ DE TU PÁGINA UN CARTEL ELECTORAL. Las calles están llenas de carteles electorales, pero muchas personas no se ven representadas en ellos: la intermediación hizo que la política sea cada vez más lejana al ciudadano. Para subsanar tal déficit democrático, proponemos que todo ciudadano que así lo desee pueda convertir su blog, su web, su muro o su twitter en un “cartel electoral” del movimiento. Si quieres respaldar esta iniciativa, convierte tu sitio en Internet en un cartel electoral antes de las 24 horas del próximo día 20 de mayo, con el logotipo de #nolesvotes o de las plataformas con las que simpatices, y el texto “ni PP, ni PSOE, ni CiU”.

3.- COLABORACIÓN DISTRIBUIDA. Te invitamos a copiar este texto y construir páginas de enlaces que referencien todos los sitios que dan apoyo a la iniciativa. De igual modo, invitamos a los demás colectivos que comparten nuestra propuesta a que lleven a cabo acciones similares. La fuerza de la red reside en la distribución y colaboración entre sus nodos.

4.- TÚ ERES EL ALTAVOZ. Tan importante es la red como la calle: no te limites a actuar en internet. Levántate y explícaselo a todos tus conocidos, especialmente a aquellos más vulnerables a la propaganda en los medios de comunicación masivos.

5.- ACCIÓN. No te quedes en casa el domingo 22. Sal a la calle y ejerce tu derecho al voto. No votes a quienes, actuando abiertamente en contra de la voluntad e intereses de los ciudadanos, han convertido la democracia en una burla de sí misma. Por la participación democrática activa: ni PP, ni PSOE, ni CiU.

#nolesvotes

Más información

lunes, 16 de mayo de 2011

#15m

Ayer fue 15 de mayo. Un día como otro cualquiera. Quizá. O quizá fue el comienzo de algo. Mucha gente se asomaba ayer sorprendida a las calles de las ciudades viendo cómo surgía una manifestación de la que no sabían nada. Se sorprendieron mucho más al saber que esa misma marcha estaba convocada para 60 ciudades diferentes, todas al mismo tiempo, todas al unísono, y bajo ninguna bandera política.

Por ejemplo, mis padres no tenían ni idea de la manifestación, no conocían la plataforma ni lo que representa. Esto es producto de la nula representación que ha tenido en los medios hasta ahora este movimiento. Desde los medios de comunicación se culpa a la rapidez con la que se ha montado todo el tinglado, ya que según ellos, les ha pillado a contrapie. Sin embargo, cabe recordar que todo esto se lleva fraguando desde hace bastante, desde las mismas redes sociales en las que ellos bucean para buscar titulares más o menos sensacionalistas.

Ayer estuvimos mi mujer y yo un ratito nada más, por problemas familiares en la mani de Toledo. No fue de las más multitudinarias, ni mucho menos, pero se notaba la ilusión en el ambiente. Ilusión por haber conseguido batir esa pesadumbre que parece atenazar a la sociedad española, con la barriga llena de fútbol y Sálvame. Pero es que los tiempos están cambiando, y los modos de comunicarse también. Ha llegado internet, con todas las fuentes de información al alcance de la mano. Fuentes individuales, incluso, tales como blogs, o bien medios alternativos a los tradicionales. Muchos de ellos no contaminados por políticas mayoritarias.

Da la impresión de que hemos abierto la caja de Pandora, al menos un resquicio. Era quizá lo único que necesitábamos, arrancar. Las cosas, para la sociedad española, al menos la de clase media-baja, no van a mejorar en absoluto. Es posible que vayan a peor, y bastante, debido al hipotecamiento que tan alegremente hicieron estos políticos sobre nuestras vidas, para salvar un sistema financiero, bancario y económico que se sustenta por sí mismo, y se metió en el fregao por sus ansias de riqueza infinitas. La solución no es cercana. Si hacemos caso a las encuestas de intención de voto, se barrunta un cambio político en las elecciones del año que viene, en las que si no ponemos remedio, volverá a gobernar la derecha. Hay gente que parece no tener memoria más allá de un par de años, pero creo que conviene recordar las privatizaciones salvajes, la famosa Ley del Suelo de la que vienen buena parte de los parados de hoy en día, las restricciones a la sanidad y educación públicas y alguna que otra guerra en la que no teníamos que ver. Todo ello, bajo el gobierno del PP. Habrá gente que ahora piense, o diga que el PSOE no ha sido mucho mejor. Y es cierto. El autodenominado partido socialista obrero español, ha vendido al obrero al mejor postor, y con él a sus familias y hogares.

Somos carne de FMI, si no nos ponemos las pilas. ¿Habéis visto cómo están los griegos? Ahora, imaginad que los recortes que están sufriendo, los sufrimos nosotros. Imaginad que no hay dinero público para pagar una operación que necesitáis. O para libros escolares. Aulas, escritorios, quirófanos, médicos... Y tú en paro. Sobrecogedor, ¿verdad?

Todo esto, viene a consecuencia de nuestra política económica actual. Está visto y comprobado, que el gobierno ha preferido salvar a unos cuantos bancos con beneficios realmente grandes, y hacer caso a las eléctricas que favorecer al pueblo llano.

De ahí la protesta de ayer, que no se debe quedar en pasado. Habremos de salir más a la calle, para que vean que no nos olvidamos, que no estamos ciegos y que no olvidamos. Y sobre todo, que no estamos dispuestos a tragar.

jueves, 5 de mayo de 2011

Soy hijo de Luis XVI

Pues sí, como lo leéis. Soy hijo de Luis XVI, aquel a quien ayudaron a deshacerse el nudo de la corbata con una guillotina.

Yo tampoco lo sabía, de hecho, pensaba que era imposible, ya que:
a) Ya tengo un padre.
b) Mi madre jura y perjura que no sabe nada del asunto.
c) Ese señor murió en 1793. Este punto es el que más me convencía para negarlo.

Pero hete aquí que hace unos años, en mi época de Tecnocasa (aquellos locos locos años), me encontré con un hombre, el cual me confesó esta verdad, ya que él era mi hermano. Como os veo cara de escépticos, os voy a poner en antecedentes de todo el proceso que nos llevó hasta semejante afirmación.

Corría el año... buf, pues no sé. A principios de la década 00. Vaya puta mierda de década, a todo esto. Porque los 80, los 90 tienen gancho. ¿Pero cómo llamas a la década que empezó en el 2000? ¿La 0,0 como la "cerveza" de San Miguel? (Nótese las comillas para denominar a semejante brebaje). ¿Y otra cosa, comenzó en el 2000 o en el 2001?
Sigamos. Corría el año 2001, creo recordar, a medidados de mayo. Hacía un calor de narices y estábamos a punto de cerrar para irnos a comer. El horario, por si os interesa, era una mierda pinchá en un palo. Currábamos de 10 a 14 horas, y de 17 a 21. ¿Alguien ha preguntado por la vida social?
Estaba yo sentado en mi escritorio, con mi traje, mi camisa de manga larga y mi corbata sudando la gota gorda con los 30º que hacía en el interior de la oficina cuando entró un hombre. Sin mediar palabra, se sentó enfrente mía y cogiéndome uno de mis cigarros (antes fumaba) se lo encendió. Mi compañero y yo nos miramos con extrañeza y le pregunté qué deseaba. Pausadamente, después de dar una profunda calada, me respondió:
- Quiero cambiar mi piso.
- Estupendo - dije yo - para eso estamos.
- Pero no lo quiero vender, no tengo dinero para comprarme otro.
- Ajá, entiendo. Usted lo que quiere es hacer una permuta.
- No, lo que yo quiero es cambiar mi piso por otro.
Genial, nos había tocado un lumbreras.
- Bien, dígame dónd...
- Perdona que te interrumpa chaval. Me caes bien. ¿Te conozco? Creo que te conozco.
- Eh... no creo que...
- Pues yo creo que sí. En fin, tengo que pensarlo. Pienso mucho, ¿sabes? Me paso el día pensando. De hecho, soy científico, autodidacta. Aunque imagino que esto no viene al caso. Verás, me quiero ir de mi casa porque mi hijo es un nazi.
- ...
- Sí, he dicho nazi. Anoche apareció por mi casa y me reventó la puerta del baño con un hacha y se asomó diciendo "aquí está Juaaan....". ¿Es o no es un nazi?
- Perdone, eso es de El Resplandor, de Kubrick.
- No, eso fue anoche, en mi casa. ¿Me estás prestando atención?
- ...
- Bien, ¿qué casas tenéis para cambiar por la mía?
- Bueno, ahora mismo ninguna. Tenga usted en cuenta que no son demasiado frecuentes las peticiones de permuta.
- Cambio.
- Eh... sí, cambio. No suelen salir muchas. Pero déjeme sus datos y en cuanto salga algo le llamamos.
- De acuerdo. Me llamo Marciano Majandalario Memónez (el nombre es ficticio para proteger la identidad de este señor). No tengo teléfono, tendrás que venir a avisarme a mi casa.
- Eh... Bien, de acuerdo, no se preocupe.
- No estoy preocupado.
- Ya. En eso quedamos, señor Majandalario.

Acto seguido, cogió otro de mis cigarros, mi mechero, y se marchó. Como podéis imaginar, el ataque de risa de mi compañero y mío fue de aúpa. La siguiente vez que le vi no me reí tanto.

Fue en una de mis salidas buscando clientes. En esas salidas iba regalando revistas puerta por puerta y hablando con los vecinos que me abrían de gente que quisiera comprar, vender, etc. Al salir de un portal, me tropecé con el señor Majandalario. Tenía los ojos muy abiertos, y la respiración agitada. Me puso una mano en el hombro, y me dijo:
- Ya sé de qué te conozco. Eres mi hermano.
El silencio se hizo entre nosotros dos. Imaginaos la escena. A la salida de un portal, yo subido a un escalón, él con su mano en mi hombro y su aliento de dragón, y los calaminos (las plantas esas que ruedan en las pelis del oeste) pasando a su espalda.
- Señor Majandalario, creo que se equivoca. No creo que seamos hermanos.
- ¡Claro que no! Al menos no en esta vida. Fuimos hermanos en una vida anterior.
- Ah, uf. Me quita usted un peso enorme de encima. - Dije mientras le fintaba para irme a la oficina.
- ¿No quieres saber quién eres en realidad? - me dijo.
- Señor, ya sé quién soy.
- No tienes ni puta idea, chaval. - Me espetó agarrándome del brazo. - Somos hijos de Luis XVI. ¿Te das cuenta de lo que eso significa?
- ¿Que hoy no se ha tomado la medicación?
- ¡No, idiota! Hemos de devolver esta mierda de país a la soberanía de Francia.
- España no estuvo a manos de Francia durante la época de Luis XVI.
- ¿Y qué más da? Es lo que quiere nuestro padre. Es lo que me lleva diciendo desde hace dos días.
- Ah... Mira, un avión.

Aproveché la confusión creada para deshacerme de él y alejarme a buen paso hacia la oficina. Mis compañeros tuvieron patas de gallo de la risa desde aquel día. A mí no me hizo tanta gracia, ya que imaginaba que le volvería a ver. Y así fue.

La última vez que le vi estaba haciendo ronda por una urbanización privada, a la que podía entrar gracias a que me conocían la mayoría de vecinos y el conserje, con el cual me llevaba especialmente bien. Claro, yo sabía recompensar sus informaciones con buenos detalles, lo cual agradecía mucho.
No había hecho más que pasar la puerta cuando escuché a mi espalda:
- ¡Cabrón, jodeputa!
Me giré, y allí venía Marciano con los ojos inyectados en sangre corriendo a todo trapo. Creo que si hubiera chocado contra la puerta no se hubiera hecho tanto daño. De la nada apareció la mano inmensa del conserje, toda llena de dedos y se estampó en la cara de aquel loco. Se giró hacia mí y me dijo:
- Sigue con tu ronda, que ya me encargo yo del mosquito este.

Cuando acabé de repartir las revistas, bajé justo a tiempo para ver cómo una patrulla de la policía se llevaba a aquel señor, a quien nunca volví a ver. Pero aún sueño con Luis XVI llamándome traidor por no haber hecho caso a mi hermano.

jueves, 28 de abril de 2011

800 € (brutos)

Hoy estoy contento. Después de seis meses, mi pareja vuelve a trabajar. Además en una empresa que promete mucho, importante, multinacional. Y lo que es mejor, no paga mal y se porta bien con los trabajadores. Al menos a priori.

Las condiciones en las que ha entrado ella a trabajar me sorprenden y mucho. Más que nada, por el contraste tan grande que tienen dichas condiciones con las que le han ofrecido en los últimos trabajos. Condiciones que avergonzarían a cualquier empresario que tenga algo de dignidad. Condiciones merecedoras de ser portada de Menéame, de columna de periódico de tirada nacional, de informativo televisivo. Porque esto está ocurriendo, señoras y señores. La basura se encuentra asentada entre la clase empresarial.

Por supuesto que ya lo sabemos, de hace tiempo. España adolece de una herencia de terratenientes, en la que "se hace lo que yo digo, o puerta" es uno de los principios de las relaciones laborales. Pero queráis o no, la situación actual, de crisis, y con más de cuatro millones de parados (4.000.000) que se dice pronto, es el caldo de cultivo necesario para que afloren vergonzosas ofertas de trabajo. Y lo malo es que irán a más, porque siempre habrá gente necesitada que tenga que tragar, y poca vigilancia para tanto caradura.

La oferta de trabajo a la que me refiero, es una de auxiliar administrativo en una empresa grande, importante, con delegaciones en todo el territorio nacional. Quizá la conozcáis, quizá hayáis probado alguno de sus productos. El horario, de 10 de la mañana a 8 de la tarde. Una hora para comer. Eso, cuando hayas pasado su peculiar período de prueba, que según parece es de un año. Hasta entonces, trabajarás una media de cuatro horas diarias. Sueldo a razón de 100 € (brutos) por cada hora de jornada que tengas. Si tienes la de cuatro horas, 400 € (brutos), y si tienes la completa,  800. Brutos también, claro. Por una jornada de 8 horas recibes una PUTA MIERDA de sueldo, porque parados hay muchos.

Ah, y para llegar a eso, son necesarias dos entrevistas. La primera que hizo mi pareja la consiguió gracias a su curriculum, ya que estuvo trabajando para Nestlé (otros que hay que echarles de comer aparte). Se lo confesó el encargado de recursos humanos (RRHH para Urdaci). Fue una entrevista normal, aclarándole sueldos y horarios, preguntándole por sus conocimientos de informática, ofimática, contabilidad, etc... Tras pasar por esa primera, llegó la segunda. O como yo la llamo, el interrogatorio de tercer grado. ¿Cómo, en el nombre de toda la corte celestial, puedes hacer una entrevista preguntando hasta el nombre de la pareja del entrevistado, lugar detallado del trabajo, y complexión? ¿Pero qué eres, de SÁLVAME o de la KGB? QUE PAGÁIS 800 PUTOS EUROS BRUTOS. Y encima presumiendo de que la empresa factura 25.000.000 cada año. Ahí, con dos cojones.

De ahí que esté escribiendo este post, porque no puedo con esta gente. Porque cada vez me asquea más de lo que es capaz un empresario para llenarse los bolsillos. Y porque creo que callamos demasiado.

Ah, ¿la empresa? Acquajet. En infojobs tenían una lista con más de mil personas apuntadas. Ayer contrataron a su candidata ideal.

Mi pareja tuvo suerte y acabó en otra empresa.