domingo, 21 de agosto de 2011

Prohibido no creer. Prohibido pensar.

En estos días nos está visitando Benedicto XVI, que para quien no lo sepa es el máximo representante de la iglesia católica. Está aquí para celebrar unas jornadas mundiales de la juventud (JMJ) porque imagino que entre tanto viejo que hay en el Vaticano, el pobre necesita alegrarse la vista de vez en cuando. Y oye, qué quieres que te diga, que se alegre la vista me parece estupendo. Más que nada porque ya conocemos unos cuantos casos de lo que pasa cuando algún cura reprime durante demasiado tiempo sus impulsos sexuales. Se podría quitar el disfraz, digo la sotana, e irse de putas a algún otro pueblo donde no le reconozcan, pero parece que son más de tirar de niños. Y tirárselos también. Pero, sinceramente, yo creo que esto lo solucionaban ellos con un correo interno, mandándose enlaces de porno en internet. Los padres de los chiquillos seguro que estarían más tranquilos.

Entre el día de ayer y hoy he mantenido muchas conversaciones con conocidos católicos, incluso algunos que no sabía que lo eran hasta que aterrizó el Papa en Ejpaña. Fue entonces cuando desplegaron su catolicismo, apostólico y romano, para intentar barrer del mapa cualquier crítica que se hiciera contra el Sumo Pontífice, y sus creencias. Me hace bastante gracia que pidan respeto hacia ellas insultando al que critica, como por ejemplo, los manifestantes de la marcha laica del otro día.

E igual que me pasa con estos conocidos, ha pasado con la mayoría de medios de comunicación, políticos y sociedad más o menos afín a estas creencias. Han procedido a cortar por lo sano el comienzo de las provocaciones sufridas por los laicos a manos (y rezos) de católicos y peregrinos que interrumpieron la manifestación poniéndose en mitad del recorrido. Ellos no lo entenderán como una provocación, sino que era para reafirmar su fe, pero es como si yo me meto en la catedral de la Almudena (que por cierto, es fea de cojones), aparto al cura, me subo al altar y empiezo a cantar una de Iron Maiden porque soy heavy y la acústica allí es acojonante. Seguro que no lo verían nada bien, como no vieron bien los besos que se iban a dar unas cuantas parejas de gays y lesbianas al paso de Benedicto, y por eso les bloquearon el paso. ¿Estuvo bien que les bloquearan? Pues no, ni a las parejas, que simplemente denunciaban un trato discriminatorio y homófobo de la iglesia, ni de la manifa, que simplemente querían reprochar este gasto inútil y gilipollas de tanto dinero en tiempo de crisis.

A los católicos se les llena la boca con la gran acción que cumple Cáritas, y es cierto. Imaginaos lo que habrían hecho con unos cuantos millones de euros de los que nos costará la dichosa visita. O Somalia, a la que el Papa envión 50.000 €. Cincuenta mil. Tapaos los ojos, creyentes, que vienen las blasfemias. Señor Benedicto, o Ratzinger, Su Santidad, Papa... etc. Para dar esa puta mierda, más vale que se los hubiera metido por el culo. No me jodas, si sólamente los zapatos, la ropa, y el papamóvil que lleva rebasan con creces esa cantidad. Pero no, no es importante salvar las almas de los somalíes, más que nada, porque... son pobres. Si pudieran organizar unas jornadas como las de Madrid, a buen seguro que estaba la iglesia allí mandando a su número uno a darlo todo. Esa no es la juventud del Papa. No es la que le gusta. Será porque le han dicho los obispos que les da como cosica abusar de esos niños tan delgaduchos.

En España, señores, para que no se nos olvide, esta gente cobra cada año, unos 6.000 millones de euros de parte del estado, directos, procedentes de ayudas, colegios concertados, sueldos de profesores de religión, etc. Y además se lleva la recaudación que aparece en la casilla de la declaración de la renta, que o bien marcas iglesia, o fines sociales. Es decir, no sale ninguna otra.
- Es que España es católica- dirá alguno.
- Es aconfesional, chaval, que para eso lo pone en la Carta Magna, aunque los políticos se lo pasen por el culo.
- Ya, pero España es la última reserva del catolicismo en Europa...
- Vete a cagar, coño, que este es mi blog, pesao.

Perdonen la interrupción, aunque el plasta tenía razón. España, mal que nos pese, es católica. Va bajando la cosa, eso sí, pero la curia tiene los santos huevos de meterse en cosas que ni les va, ni les viene. Porque además de querer controlar tus creencias, quieren hacerlo con tu día a día. Y quieren que lo hagas todo a su manera, que para eso lo dice un libro escrito hace un huevo de años. Un libro al cual, según les interesa, hacen caso o no. Porque no sería la primera vez que dicen que el antiguo testamento son sólo unas directrices, pero bien que lo sacan a relucir cuando algo no les gusta, como el tema del aborto, y la homosexualidad. Y critican, y dan ruedas de prensa, y promulgan manifestaciones. ¡Manifestaciones! Reclamando SU modelo de familia como el único válido, y denunciando como si de un asesinato se tratara el tema del aborto.

Vamos a ver. Empecemos por la familia. O sea, que la familia buena es la formada por hombre, mujer e hijos. Porque el matrimonio está para procrear. Hombre y mujer, ya no vale. ¿Y hombre, mujer y niños en los que la madre muere? ¿Sigue siendo familia, o el padre ha de buscar un nuevo marido para que se le considere familia? ¿Y si muere el marido? ¿La mujer puede casarse o que se quede vistiendo el luto? Más que nada porque ya sabemos lo que le importa la mujer a la iglesia católica. Una mierda. Sí, hijas mías, no valéis nada. No podéis ser ordenadas sacerdotes, ni tomar decisiones en los temas más importantes del catolicismo, no valéis más que para tener hijos, y no tenéis potestad de abortar aun cuando exista violación de por medio. Porque la vida es sagrada. Pero claro, eso no impide que los sacerdotes sean castos y no quieran reproducirse, aunque no venga reflejado en la biblia ni en ningún otro sitio. Así que, ellos que no forman familias, permiten dar consejos, cuando no órdenes de cómo han de ser éstas. Y nos dicen que siempre será preferible una familia en la que el padre sea un cabrón, porque existirá la figura paterna y materna, que una de homosexuales, en los que faltaría una de las dos. Genial.

Y es que, señoras y señores, no podemos pensar por nosotros mismos, y no podemos no creer en las enseñanzas de esta gente. Y con esta gente me refiero no sólo a la iglesia, sino al estado, da igual del signo político que gobierne. Porque desde que murió Franco, la jerarquía católica no ha perdido ni un ápice del poder que tenía, como se ha demostrado en estos días de la JMJ. Cesiones interminables del Estado y de la Comunidad de Madrid para los asistentes, aun a costa de joder al resto de ciudadanos. Cortes de calles, descuentos, comidas, colegios, palizas para los que protestaban. Con este caldo de cultivo, no es extraño que cada vez seamos más los que estemos hartos, los que gracias a leer más, a observar y a pensar por nuestra cuenta, estemos muy cansados de esta situación. Me parece estupendo que cada persona tenga sus creencias, pero que las tenga en su casa, de puertas para adentro, y que no intente contaminar a los demás. Y por supuesto, que no se aprovechen de los recursos de todos para darse un baño de masas para autocomplacerse.

Perdón por el lenguaje, pero es un tema que me encabrona bastante.

Besitos.


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