viernes, 21 de enero de 2011

Gordo

Estoy gordo. No pongo excusas del tipo "tengo los huesos grandes", "es mi constitución", etc... No digo que otra gente deje de hacerlo, ellos verán. Yo hace tiempo ya que lo asumí, y la verdad, es un gustazo.

Desgraciadamente, debido a esto, al ser gordo, y a otras circunstancias, me tocó vivir una infancia no demasiado... amable. Ya sabéis cómo son los niños, unos hijos de puta, muy crueles. Y los compañeros que me tocaron en el colegio, no fueron menos.
De modo que tenía dos salidas, al acabar el colegio. Bien, basarme en el arquetipo de la personalidad del gordo, es decir, ser simpático; o bien, darle la vuelta al asunto y desarrollar un poco de mala follá. Ni qué decir que opté por esta última. Es mucho más divertida.

La gente, mucha gente, se piensa que a los gordos no nos importa que nos llamen gordos. Bueno, esto es así en parte. De hecho, a mí ya no me importa. Pero pensad que no tiene lógica ese pensamiento, más que nada porque estás haciendo notar un defecto físico a quien lo tiene, y que puede tener un trauma por ello. Muchos aquí pensarán: "Joder, si estás como una foca es culpa tuya, por hincharte a comer Donuts". Bueno, puede que sí, puede que no. Hay gente con un metabolismo más lento, y van acumulando grasa por muy poco que coman. Conozco a gente así. No es mi caso, todo hay que decirlo. Me gusta comer.

Aun así, la gente siente predilección por poder decirle a alguien que qué gordo está. Lo malo es que no están preparados para que les traten de la misma forma. La semana pasada vino de visita un primo de mi padre al que yo no conocía, ni él a mí. Después de las presentaciones, la primera frase que soltó fue:
- Joder, anda que no estás gordo ni nada...
A lo que le contesté:
- Bueno, tú estás calvo, bizqueas, eres feo, y creo que oigo monos aullando en la selva de pelo que te salen de esas enormes orejas.
¿Os podéis creer que se ofendió mucho? Bueno, vamos a ver. ¿No estábamos jugando a decir cosas obvias, cosas que están a la vista? ¿Qué culpa tengo yo de que sea un poco cabrón y encima observador?

Por norma general la gente no se toma nada bien el contraataque. Es una afrenta personal para ellos, aunque hayan disparado primero. Es por lo que os comentaba de que tienen arraigado de que a los gordos no nos importa que nos llamen gordos.

¿Quiere decir esto que no debéis decirle gordo a un gordo? Pues chico, no lo sé. Depende del caso. Depende de la persona. A mí, realmente no me importa. Eso sí, no esperéis una simple sonrisa de mi parte como respuesta. Si lo que yo os conteste lo recibís con humor, que sepáis que me tenéis ganado. Si lo aceptáis de malas... puerta. Hasta ahora me ha servido mucho para elegir a mis amigos. Amigos que sé que no les importa en absoluto mi apariencia.

Y esto es todo amigos. Besetes.

7 comentarios:

Juan dijo...

Me han entrado ganas de encontrarme contigo para llamarte gordo y ver que me respondes, jejejeje, creo que soy algo masoquista (además de algo gordo, bueno, también soy un gordo que no lo acaba de asumir).

A dijo...

La gente gorda es guay. A lo mejor lo digo porque mi problema es que no consigo ganar peso, pero es una opinión a fin de cuentas.

A ver, siempre hay un punto donde dices "si piensas en la salud..." pero hasta llegar ahí lo que es una putada es ser muy feo.

Juan dijo...

No nos engañemos, mirando la salud, estar gordo no nos sienta bien nunca, incluso con "solo" 10 kilos por encima de lo que considero mi peso ideal, mis rodillas y mi corazón ya sufren.

Mido 1.87 peso 99 kilos y creo que estaría de puta madre con 89 kilos, pero esos 10 kilos no creo que me hagan parecer muy gordo, aunque tengo una buena tripa, pero perjudicial para la salud resultan hasta 5 kilos, menos perjudicial que 20 kilos, pero perjudicial al fin y al cabo.

Vaya parrafada seria he soltado por un comentario...

Anabel dijo...

Pues yo soy del caso del metabolismo lento que tú dices: no como una puta mierda, es más, como sano, y aún así engordo.

En mi familia soy la única con problemas de peso, porque el resto son asquerosamente delgados y encima se hinchan a comer (tampoco es algo excesivamente grave, pero ahí está mi tendencia a engordar). Y claro, pues siempre se tienen que meter conmigo, pero yo hago como tú (observadora e hijaputa) y les saco su defecto. Así pues, cuando me decían algo sobre mi peso, yo optaba por un "bueno, esto me lo quito fácil, peor es lo tuyo que mides 1.50 y te estás quedando un poco calva" porque claro, en cuanto a altura y a melena pantene, gano a toda mi familia. Y para qué nos vamos a engañar, en inteligencia también les gano, así que siempre tengo salidas ingeniosas para cualquier tipo de comentario.

Y estoy con Aída, es preferible ver a alguien gordo (entendemos gordo dentro de una obesidad media, no en plan mórbido que raya el problema gravísimo de salud) a alguien que parezca un insecto palo.

J. Lozano dijo...

Yo tengo una amiga muy delgada. Cuando digo muy delgada quiero decir 40 kilos. A veces para divertirnos decimos que somos pareja, y tendríais que ver las caras que pone la gente. El problema de esta chica es que tiene el metabolismo aceleradísimo. Es decir, que no sólo no gana sino que pierde peso aun sin moverse. Tiene que seguir una dieta hipercalórica para poder mantenerse en ese peso.

Pero claro, ella no tiene el problema de que se metan con ella. Está mejor visto ser tan delgada que ser gordo. Cosas de la moda!

Juan dijo...

Siempre preferiré una chica con sus buenas carnes que una canija, bien lo sabe mi novia... (que tampoco digo que me gusten las mujeres obesas! aunque tengo un amigo que si las prefiere gordas, como la canción, y también prueba de ello es su novia, joer como me disperso)

Biónica dijo...

Por salud, estoy de acuerdo. Pero pienso lo mismo que tú, me parece extremadamente ofensivo que alguien tome una parte (obvia) de tu físico para hacer un comentario sobre ello. Te quita autonomía (yo quiero ser el primero en hacer las bromas, y quiero que veas que no me molesta, pero es MI físico). Para hablar de obviedades, hace falta ser chorra. A veces puede ser un resbalón (lo dudo un poco), pero bueno, como dices, si el contraataque lo toma deportivamente... entonces tablas. :)

Tampoco me gusta el otro polo, la gente que no es capaz de reírse ni de sí misma, ni de los problemas que le cause una determinada condición. Es igual de malo. Pero ese es otro tema :)