Este finde, para no desentonar con el resto de la semana, ha sido una auténtica mierda. Y mira que prometía, ya que habíamos quedado los colegas para ir el sábado a comer al campo. Pero el problema es que han venido los amigos de unos conocidos. Puedo soportar a los conocidos ya que hace cosa de 15 años o más que nos conocemos. Pero a sus amigos... con ellos no puede haber perdón.
El problema es que cuando entra otra gente en el grupo, gente que es amiga de alguno, éste se desboca. Las reuniones en las que se obvia hablar de religión, política e incluso fútbol por respeto a los demás se hacen cosas del pasado. Y se empiezan a soltar las lindezas como la que da título al post. Dicha por un autodeclarado franquista, ya que con Franco se vivía mejor. El caso es que tiene 30 años, y cuando nació él, el dictador llevaba ya unos años bajo tierra, pero supongo que se lo habrá soplado alguien que vivió en aquella época. Alguien que viviera bien, claro, aunque personalmente no conozco a nadie. Ni siquiera mi abuela vivió bien en aquellos años pese a ser falangista y fan de Franco.
Pero eso no importa, ya que según este... caballero, los rojos de hoy son descafeinados, incluso él es más rojo que todos ellos. Él, que da trabajo a inmigrantes rumanos a cambio de un sueldo ínfimo y que les obliga a trabajar durante jornadas de hasta 12 horas. Él, que no respeta días de descanso ni festivos. Él, que no sabe lo que es agachar el lomo. Él.
Lo peor es que no estaba sólo, y sus amigos, con la boca (o el hocico) caliente por el vino y la cerveza empezaron a soltar más y más frases para el recuerdo. Por poner unos ejemplos:
- "A esos rojos les ponía yo a trabajar, que no han dado un palo al agua en su puta vida." - Esto dicho por un NI-NI auténtico, de los que acabaron el bachillerato de milagro y ahora viven de los millones de sus padres.
- "En tiempos de Franco no se les veía tanto"
- "Ni con Hitler, mira qué bien ordenado tenía su país"
- "La gente se queja mucho de los nazis, pero hay que agradecerles los avances en arquitectura y en las artes".
Con dos cojones.
Ahora, la frase que me dejó K.O., la que aún no creo posible haber escuchado, es la siguiente:
-"Hombre, yo soy gay, pero hay que reconocer que no deberíamos poder adoptar".
Sin más comentarios. La sociedad se pudre entre Sálvames e Intereconomías.
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