La vida es demasiado puta. Y demasiado corta para los mejores.
Hace dos años y medio recogí a Harley de la carretera, donde yo mismo estuve a punto de atropellarle. Anteayer le recogí de nuevo, pero esta vez sin vida.
Gracias por alegrarnos estos años, pequeño. Gracias por llenar los días de alboroto, pero te has ido demasiado pronto.