Soy gilipollas, lo reconozco.
Vivo en una urbanización de un pueblo de Toledo. Compré la casa a una buena gente que me engañó como a un panoli. Como buenos cristianos que eran, y muy creyentes, espero y confío que estén ardiendo en el infierno.
No tengo ganas de decir dónde, no porque quiera mantenerlo en secreto, ya que cualquiera puede descubrirlo fácilmente, sino porque no merece ser nombrado. No por sus gentes, sencillas y buenas, como las de cualquier otro sitio. Sino por sus gobernantes.
La urbanización donde yo vivo, se gestó hace 30 años más o menos. Se hizo un plan parcial, acorde a los tiempos que corrían y al lugar donde se encuentra. Canalización de agua procedente de dos pozos, fosas sépticas, alumbrado público y asfaltado. Como hay otras muchas urbanizaciones a lo largo del territorio nacional.
El problema es que no todo se llevó a cabo. Los nuevos propietarios, en su mayoría procedentes de la comunidad de Madrid, habían comprado esas casas con parcela como segunda residencia, y así poder desconectar un poco del ritmo ajetreado de la urbe. Una vez les construyeron sus casas, se encontraron con que algunos servicios mínimos no habían sido llevados a cabo. La electricidad tardaba en llegar, por lo que hubieron de poner generadores. El agua no llegaba por falta de presión, por lo que tuvieron que hacer pozos en sus propias parcelas. Las calles no se asfaltaron, de modo que se desplazaban a muy baja velocidad en sus coches. Y faltaba el alumbrado público, por lo que hicieron acopio de linternas y pilas.
Se quejaron al constructor, y se rió en su cara. Se quejaron al alcalde, y les remitió al constructor con una sonrisa en los labios. Se quejaron al presidente de Castilla - la Mancha, y no les hizo ni puto caso. Se quejaron al Defensor del Pueblo, y les dio la razón. Presentaron la reclamación al alcalde y se rió con más ganas.
Treinta años después, la urbanización sigue como estaba. Tenemos electricidad, gracias a que la pagaron los propietarios aparte. Pero no nos dejan pagar por tener el resto de servicios, no nos dan el permiso necesario aun a pesar de tener un Plan Parcial aprobado hace treinta años y publicado en el Boletín Oficial de Toledo.
Desde entonces han pasado por el ayuntamiento los partidos del PSOE y PP, y nada ha cambiado.
Una vez compré yo mi casa, acababa de entrar un joven alcalde, socialista, el cual tuvo a bien recibirnos para hablar de lo que nos ocupa, y de otro asunto que nos indignaba bastante. Se había anunciado la creación de una nueva urbanización, anexa a la nuestra, de 1500 viviendas de alto standing, lago, centro cultural y campo de golf. Lago y campo de golf. Esas palabras son sangrantes para alguien que depende del agua de un pozo, el cual a su vez depende de las lluvias que haya habido ese año. La indignación fue aún mayor al saber que el agua necesaria saldría de los terrenos de nuestra urbanización, y que no pensaba poner ni un duro para que nos abasteciéramos de agua, ya que hasta que el constructor no lo hiciera para la nueva urbanización, no podríamos aprovecharnos de ello. Eso, a pesar de tener la tubería a menos de dos kilómetros.
Pero hete aquí que llegó la crisis, y se dejó apartado el sector 17, como era conocida esa nueva urbanización, y con ella, las posibilidades de conseguir algo.
Resultado: el mismo que hace tantos años. Por eso, me río mucho en estos días leyendo cómo desde el PSOE lanzan puyas a IU por permitir que acabe gobernando en algunos ayuntamientos. Y me río, porque en mis carnes he vivido lo que durante mucho tiempo he defendido. Que PP y PSOE son el mismo perro con distinto collar, que al menos aquí en Toledo, el caciquismo está a la orden del día, y el que más tiene, más manda. Es más fácil olvidar a unos pequeños infelices que ponerse de su parte. Total, cuatro años son pocos y hay que enriquecerse lo que se pueda. Quién sabe lo que pasará en la siguiente legislatura. De izquierdas, dicen ser. Y una mierda.
Quizá haya a alguien a quien hieran estas líneas, o se sienta ofendido. A esa gente le puedo enviar unos doscientos documentos, amén de las dos resoluciones del Defensor del Pueblo estatal y de Castilla - la Mancha a nuestro favor, y del ayto. de Mora (vaya, al final lo he dicho) diciendo que saben que están incurriendo en una falta (incluso en un delito diría yo, ya que no llevar a cabo un Plan Parcial emitido en un Boletín Oficial no es moco de pavo). Así que para terminar, lo dejaré muy claro.
Politicuchos de recambio, con fecha de caducidad de cuatro años, de partidos políticos tan grandes que ya no se paran a pensar en los ciudadanos, que se creen algo por ostentar un cargo político. A tomar por culo.